Un Santiago querido para los rojinegros

En uno de los fines de semana más enrarecidos de los últimos tiempos del fútbol argentino producto de las idas y vueltas organizativas generadas por la pandemia del coronavirus, Newell’s logró focalizarse en la pelota y logró un enorme triunfo 2 a 1 en la visita a Santiago del Estero. Los rojinegros sacaron adelante un partido chivísimo en el que Alan Aguerre desactivó ocasiones netas en el tramo inicial y luego los goles de Leal y Nani (en contra) le dieron forma a un resultado trascendental, en el trámite ajustado que tuvo la lluviosa noche santiagueña. El descuento llegó en tiempo adicional y lo anotó el propio Nani de cabeza. Así la Lepra arrancó la Copa Superliga con una gran victoria que lo distancia más de un rival directo de los promedios y lo consolida en posiciones de Copa Sudamericana.

A puertas cerradas, pero con la presión de visitar a un adversario necesitado de ganar en su casa, Newell’s hizo pie de menor a mayor. Porque al principio no logró manejar con criterio la pelota y quedó partido entre la defensa y el ataque. Por eso el local tuvo un arranque entusiasta y logró acercarse a las narices de un Aguerre colosal, que blindó su arco ante ocasiones netas a pesar del descuento que llegó en tiempo adicionado.

En cuanto a la historia del partido se puede decir que en la etapa inicial, de entrada, el local se adaptó mejor a la cancha rápida y mojada. Porque Newell’s intentó jugar a ras de piso y la pelota quedaba frenada en cada intento de triangulación en el mediocampo. El Ferroviario supo darle un poco de altura a la bocha y dispuso de chances clarísimas, que chocaron con los reflejos impecables de Alan Aguerre. El uno leproso le ahogó el grito en una doble tapada magistral a Alzugaray y Herrera. También se lució en un cabezazo de Nani y luego le ganó el duelo en otra arremetida a Herrera.

Por eso las manos de Aguerre eran el único argumento que sostenía el empate. Pero en una ráfaga de dos minutos, en el tramo final de la etapa inicial, Newell’s reaccionó y sacó ventaja de dos goles. Primero facturó Leal, con un bombazo seco entre las piernas del Ruso Rodríguez, y después Maxi remató, tapó el arquero y se la llevó por delante Nani para vencer su propio arco. De poder haber estado en desventaja, el rojinegro terminó arriba en el marcador por duplicado antes del descanso.

En el complemento, el local salió a matar o morir. Estuvo cerca de descontar con un tiro envenenado del Yacaré Núñez que salió cerca del palo izquierdo. Newell’s intentó quitarle ritmo al juego, buscando que Maxi maneje los tiempos lateralizando el juego. El partido se fue haciendo cada vez más ordinario, entre las limitaciones del local que empezó a sumar nerviosismo y un Newell’s que ya defendía la ventaja con uñas y dientes sin poder armar contras profundas.

En un día marcado por la incertidumbre generalizada sobre las medidas que adoptaría el gobierno nacional respecto de la pandemia del coronavirus era lógico que la previa del encuentro haya estado signada por este flagelo sanitario que excede al fútbol. Porque los jugadores, aunque no valga la pena aclararlo, no son extraterrestres y la preocupación sobre el tema sobrevoló la concentración leprosa.

Pero luego llegó el turno de poner la cabeza en el partido cuando ya se sabía que en lo concerniente al fútbol la pelota de la primera división seguirá rodando tras la palabra del presidente Alberto Fernández y la confirmación de la AFA. Por ello fue una jornada muy larga en la que luego rojinegros y santiagueños debieron ponerse los botines y salir en busca de los tres puntos. Y Newell’s se quedó con el pozo mayor con un 2 a 1 valiosísimo en cuanto a las tablas del promedio y las copas.

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