Central de emergencia ante la pandemia
Las diversas industrias están atravesando una situación económica alarmante debido a la pandemia. El Covid-19 puso claramente en jaque las economías de los clubes. En Central decidieron actuar en consecuencia y delinearon un protocolo para evitar colapsar a corto plazo. Según pudo certificar Ovación, las autoridades canallas adoptaron como bandera priorizar la estructura y cumplir con los sueldos a empleados, mientras refinancian diferentes compromisos con acreedores. La nueva estrategia a plasmar radica esencialmente en consecuencia de que la tesorería sufrió una merma de casi el 50 por ciento de ingresos
Marzo, abril y lo que va de mayo fueron meses tremendos para los que están en la industria del fútbol. Vieron caer los números en relación a cuotas sociales. A eso hay que agregarle que al no haber actividad por la cuarentena el flujo de ingresos se cortó de manera estrepitosa.
Por tal motivo, en Arroyito diseñaron una ruta a seguir para evitar pisar la banquina, pese a que la incertidumbre sobre cuándo regresará la acción en el deporte más popular del mundo sigue en aumento en esta parte del continente.
Central apuesta como idea madre priorizar la estructura deportiva profesional y amateur como además seguir cumpliendo con los más de 400 empleados y 11 predios que tiene. Tomó la determinación de mantener al día a las familias con sus respectivos haberes, mientras que a la vez sigue reperfilando los compromisos con los distintos acreedores. Aunque el grueso ya aceptó percibir lo que les corresponde cuando se genere una nueva a venta de jugadores.
La tesorería mostró una merma altísima en cuanto a ingresos en lo que va de la pandemia. Cae de maduro que el coronavirus cambió el contexto de cobranza y pagos. Todos deberán ajustarse a la nueva realidad ante el corte de la cadena de pagos. Por eso los canallas están intentando en la actualidad priorizar la estructura institucional.
El ingreso genuino fuerte que tiene el club se basa en la cuota societaria y la entrada de dinero por los derechos de televisión. Pero como la cuota bajó casi en un 50 por ciento, sólo el aporte de la TV viene siendo eficaz, aunque representa un 30 por ciento del presupuesto general. Por eso será determinante el mes próximo.
Ahí la televisión deberá inyectar una nueva dosis de capital para evitar que la industria futbolística entre en shock. Cabe destacar que Central acordó con el plantel profesional una baja en los salarios para poder cumplir con los más de 400 empleados. Algo similar hicieron el resto de los clubes, donde se destaca River, que puso un tope salarial al plantel de 250 mil pesos para poder cumplir con los 1.300 empleados que tiene. La estrategia seguirá mientras no haya actividad. Al menos ese es el pacto.
A eso hay que sumarle todo lo que representa contar con 11 predios como son el Gigante de Arroyito, country de Arroyo Seco, ciudad deportiva de Granadero Baigorria, Caribe Canalla, Subsede El Clubsito, puerto deportivo y guardería náutica, Subsede Cristalería, Rosario Central Sur, Subsede Cruce Alberdi, sede social del centro y Subsede Pichincha.
La empresa no es sencilla para la comisión directiva. Por eso decidieron aplicar la fórmula que encontraron de manera veloz en pos de salir lo más ilesos posible de los coletazos que está generando la pandemia del coronavirus. No dudaron en proteger al capital interno y a la vez ir pactando con los acreedores bajo un nuevo esquema de pago cuando vendan a un jugador, porque la resultante marca que es el único horizonte que ven viable en medio de este duro contexto.