¿Qué pasará en la post pandemia? Por María Herminia Grande

Argentina debe despegar. Pero para ello, primero debe reconocerse, autoexaminarse. El mundo ya no es el mismo. Ejemplo: China era consumidor de acero, ahora es productor de acero. Estados Unidos logró en mayo recuperar 2.5 millones de puestos de trabajo, pero 150 millones de ellos pertenecen al sector digital. Es decir la cuarta Revolución Industrial nació. La era digital aterrizó abruptamente producto de la pandemia, también en Argentina, ¿qué pasará en la post pandemia?

Estos cambios advertidos por el presidente Fernández hicieron que el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, con la ayuda invalorable de Miguel Acevedo (UIA), sentaran ante el primer mandatario a los representantes de las bases industriales de nuestro país: agroindustria, petróleo, alimentos, campo, aluminio, logística, tecnología.

Esta reunión puede ser la fundante de una mesa permanente de diálogo. Cabe destacar que muchos de quienes allí se sentaron nunca habían conversado con Alberto Fernández. En un país con tanta grieta, poder evaluar por sí mismos los dichos del Presidente tiene su valor agregado. Luego de una pequeña introducción de Acevedo, el Presidente según el rebote de los participantes, los sedujo. Les manifestó, entre otras cosas: “Desde el inicio dije que debemos arreglar la deuda, la pandemia nos demoró un poco”. También mencionó: “Las medidas económicas que hoy aplicamos son coyunturales, rigen mientas arreglamos la deuda”. En un momento de su alocución, el Presidente les informó que se viene un cambio del sistema tributario, pero no dio precisiones al respecto. Se encargó –sin mencionar al protagonista, Paolo Rocca- de aclarar: “Pude haber vertido una palabra no correcta en alusión a algún empresario, pero no tengo animosidad alguna con el empresariado argentino, todo lo contrario”. (En la mesa no estuvo el acero, pero esta semana se encontrarán Fernández y Rocca).

Los sectores convocados alientan la esperanza de que en una próxima reunión ya se pueda conversar por sector. Cada uno de ellos puede radiografiar el aquí y ahora, no sólo del mercado interno, sino también la interacción con el nuevo mundo. El interés en la continuidad de las reuniones está dado por la preocupación que evidencian en cuanto a la salida de la pandemia, la recesión, el derrumbe del poder adquisitivo y la impresionante mortandad de empresas, cuyo número aún no ha sido cuantificado. Se le escuchó decir a uno de los asistentes: “Veníamos de 18 meses de caída, empezábamos a transitar una meseta, y de pronto debimos parar 100 días”.

Los distintos interlocutores con quienes pude cotejar su impresión luego de esta reunión coincidieron en que el 28 de junio finaliza el período de cuarentena para el sector productivo. Es probable que en estas tres semanas se vaya autorizando la actividad en otros sectores industriales, por ejemplo la industria del juguete. El riesgo de la salida de la cuarentena está latente, el Gobierno tomará las medidas pertinentes en caso de detectarse focos de contagio.

El almuerzo del Roberto Lavagna con el Presidente como preámbulo de la reunión fue considerado por los empresarios como un buen presagio. Poco se sabe sobre este almuerzo, pero sí que conversan mucho más de lo que trasciende. En general es el Presidente quien lo convoca salvo, como ocurrió hace dos meses atrás, cuando la iniciativa le cupo a Lavagna, aconsejando proteger las reservas.

A propósito del arreglo con los bonistas, es probable que pueda haber un acuerdo verbal de las partes, dado a conocer por el presidente Fernández en un período cercano. Luego transcurriría un período relacionado con lo técnico. Un calificado testigo de las negociaciones no perteneciente al Gobierno cree que el arreglo es un hecho y ve al Presidente, no tanto así a su gabinete, a la altura de las circunstancias no sólo para evitar el default, sino a la hora de escuchar y la predisposición luego de actuar en consecuencia. Consultado sobre el rol de la vicepresidenta en la negociación, respondió: “No identifico nada negativo, sí voluntad de su parte para cerrar el acuerdo”.

Si el Congreso no estuviera un tanto remolón, el tratamiento de dos proyectos sería bienvenido a la hora de fomentar la producción y el trabajo. Por un lado, el referido a la Economía del Conocimiento, que cuenta con el acuerdo de todos y está esperando ser tratado desde el 1 de enero. También la ley pyme, iniciativa de Lavagna cuando estaba al frente del ministerio de Economía, y que esta vez presentó el diputado Alejandro “Topo” Rodríguez. Los dos componentes esenciales de este proyecto son el no pago de impuestos a las ganancias para aquellas pymes que reinviertan en maquinaria o bienes de capital, y crédito a tasa cero por dos años, el cual de aprobarse y aplicarse, ayudaría a sustituir progresivamente los ATP.

La decisión de estatizar al Grupo Vicentín por parte del gobierno nacional, anunciado ayer por el presidente Alberto Fernández, produjo silencio de radio en el esquema político santafesino.

Consultado el senador nacional Roberto Mirabella expresó: “Es muy bueno para la economía de la provincia de Santa Fe, pero fundamentalmente para el mantenimiento de las fuentes de trabajo; directas e indirectas que representan aproximadamente 4000 familias”. La senadora nacional María de los Angeles Sacnún sostuvo que “es un trabajo que en conjunto venimos realizando en el Senado para dar respuestas a un situación crítica de mi provincia”.

Consultado Sergio Nardelli, CEO de Vicentin, manifestó no tener por el momento nada que decir, hasta no conocer la letra chica del DNU.

Sorprende a esta cronista la ausencia de protagonistas de la política santafesina en el anuncio del Presidente

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