De Leonor Marzano al «Potro» Rodrigo Bueno: 80 años del cuarteto reunidos en un museo
En coincidencia con la reciente declaración de este género musical como Patrimonio Inmaterial del país, se acaba de inaugurar en la ciudad de Córdoba el Museo del Cuarteto, un espacio que propone una moderna interacción con contenidos musicales y biográficos de casi ocho décadas de historia a través de discos, instrumentos, partituras, fotografías y vestuario de figuras emblemáticas que van desde la pionera Leonor Marzano hasta la Mona Jiménez y el «Potro» Rodrigo Bueno.
El Sargento Cabral, el Estadio del Centro, Villa Retiro, son nombres que cualquier cordobés relaciona con el cuarteto, y es que en esos lugares emblemáticos, como en tantos otros, los bailes de la música más popular de la provincia suena cada fin de semana. Todos esos sitios, junto a una cuantiosa oferta de objetos ligados al género, se pueden recorrer, percibir y conocer en imágenes y objetos en el nuevo Museo del Cuarteto.
Durante la inauguración del museo estuvo presente el gobernador Schiaretti, quien recordó su infancia en barrio Talleres Oeste y los bailes de los domingos. Foto: Laura Lescano
Inaugurado días atrás, el espacio ubicado en la esquina de Colón y Rivera Indarte, en pleno centro de la capital cordobesa, propone una moderna interacción con contenidos musicales y biográficos de casi ocho décadas de una historia que arranca cuando la pianista Leonor Marzano, inspirada en la tarantela, el pasodoble y ritmos latinos, experimentó las primeras variantes de lo que finalmente se convertiría en el género musical que hoy es una de las marcas identitarias de la provincia mediterránea. Pero no sólo eso: desde hace años, el ritmo fue conquistando espacios y hoy se escucha y se baila en casi toda la Argentina.
A la altura de esa gravitación sobre el pulso cultural, el cuarteto acaba de ser declarado Patrimonio Inmaterial del país -una iniciativa que abre las puertas para presentar su postulación en la Unesco como Patrimonio Mundial- y sus aportes aparecen dimensionados en este museo que permite conocer distintos hitos de su historia, desde la acción fundante de Marzano, la reconocida creadora del tunga-tunga, al «Potro» Rodrigo Bueno, que popularizó el género en Buenos Aires y dio paso a su hermano, Ulises Bueno, quien brilla en la actualidad.
En 2013 Legislatura de Córdoba declaró al género musical «patrimonio cultural intangible e inmaterial».Foto: Laura Lescano
No falta, claro está, la legendaria figura de Carlos «La Mona» Jiménez, que sigue vigente a sus 70 años de edad, así como también tienen su lugar en este recorrido cronológico que arranca el 4 de junio de 1943 con la presentación en vivo del Cuarteto Leo en el auditorio de LV3, otras agrupaciones y músicos destacados como el Cuarteto Berna, Carlitos Rolán, el Cuarteto Leo, Chébere, Trulalá y La Barra.
El acervo del Museo se constituye de objetos de gran significación para los cultores del género, desde los guantes de box que el «Potro» Rodrigo usaba para salir a escena en los 90 hasta los tajes de estética casi rockera que llegó a usar Carlos ‘La Mona’ Jiménez, sin olvidar los sacos entallados que usaba el Cuarteto de Oro.
Guillermo Alonso, coordinador general de museos y patrimonio de la Agencia Córdoba Cultura y uno de los precursores del nuevo espacio, en diálogo con Télam destacó que «la idea fue del gobernador (Juan) Schiaretti en 2019, que prometió construir un museo de cuarteto».
«A nosotros nos identifican por la tonada, por el cuarteto y también por el Fernet con Coca. Pero el cuarteto viene antes del Fernet con Coca”, dijo el gobernador cordobés en su visita al espacio.Foto: Laura Lescano
«Luego por la pandemia se demoró, lo tuvimos listo para el 4 de junio de este año, que es el día del cuarteto, y no se pudo de vuelta por el retroceso que hubo en Córdoba debido al Covid-19», resaltó Alonso.
El curador aseguró que el nuevo espacio se convertirá en un «ícono del turismo» en la ciudad: «Es un museo que ha sido muy bien catalogado, y por supuesto que está en una ciudad turística muy importante -señaló-. La idea que tuvimos al momento de replantearnos su creación en plena pandemia fue hacer un museo con muchas herramientas tecnológicas que permitan que simultáneamente funcione de manera física y virtual».
«Eso significa que todo el contenido que está acá en el caso de que los tiempos de pandemia se hubieran extendido, hubiera podido migrar rápidamente a las redes sociales, que es por donde hoy accede mucha gente a la información», amplió Alonso.
En «la sala de la moda del cuarteto», se pueden ver algunos trajes que fueron donados por los artistas que los usaron. Foto: Laura Lescano
En las pantallas del flamante espacio se proyecta un collage de 15 minutos de duración que arranca con Leonor Marzano y termina con el ‘Potro’ Rodrigo, quien simbólicamente le hace el paso a las generaciones contemporáneas, con Ulises Bueno, y una música pegadiza que invita a los asistentes a ‘tirar unos pasos’.
«La idea es que el museo también sea un museo vivo, donde vengan los artistas y hagan su música», contó Alonso, quien adelantó que está previsto instalar dos proyectores en el escenario para que reflejen en el piso el paso de baile, y cuando vengan los turistas puedan aprender a bailar».
En una de las paredes del espacio se prolonga una línea de tiempo que refleja la influencia del cuarteto en la industria musical, que también aparece representada las tapas de disco que se reflejan de manera digital y se van mostrando en secciones.
No podían faltar, y allí están, los emblemáticos guantes de boxeo que usó Rodrigo en una de sus últimas actuaciones. Foto: Laura Lescano
«En dos meses vamos a cambiar la programación de las pantallas e incluir a otros grupos y cuartetos. Ya tenemos 700 discos más para que vayan a esa pared», contó Alonso.
Después del recorrido por la planta baja, las visitantes pueden subir las escaleras que dan paso al primer piso y ver en sus paredes los afiches de época que eran utilizados para promocionar los diferentes eventos a lo largo de los años.
Una vez en la planta superior se ingresa a «la sala de la moda del cuarteto’, donde se encuentran algunos trajes que fueron donados por artistas. Además, en imágenes se puede apreciar la evolución del vestuario década tras década en una recorrido que permite apreciar cómo fueron variando el look en sus presentaciones los íconos del género.
En esa planta alta también hay un espacio coronado por una frase de la ‘Mona’ Jiménez que reseña lo que vivió el género musical durante la última dictadura: «La prohibición fue en la época de los milicos. Cuando estaba por empezar el mundial (1978) comenzaron a levantar los discos de las disquerías para que cuando llegaran los turistas no fueran a los negocios y preguntaran qué es esto, la música regional de Córdoba, y se nos cagaran de risa de la música nuestra». Es que el devenir del cuarteto está ligado también al contexto histórico, por eso las referencias no solo a la dictadura sino también a otro hito turbulento como el Cordobazo.
Inicialmente se utilizaba piano, acordeón, contrabajo y violín, hoy las orquestas incorporan teclados, cuerdas, percusión y vientos de bronce. Foto: Laura Lescano
Retornando al nivel inferior hay otra destacada sección en la que se pueden apreciar calzados de distintas épocas: los zapatos altos para mujeres y acharolados para los hombres de los comienzos se fueron sucediendo con modelos más sports hasta llegar a las zapatillas que usan muchos jóvenes para asistir a los estadios bailables en la actualidad.
«Los zapatos funcionan como una idea linda y romántica que muestran en una línea de tiempo cómo la gente iba calzada a los bailes, que empezaron en la década del 40 hasta la actualidad, con chicas y chicos que van de zapatillas. Vienen personas de distintas generaciones y cada una evoca el calzado que usaba», reseñó Alonso.
Durante la inauguración, el 14 de octubre pasado, estuvieron presentes, entre otros, el gobernador Schiaretti, quien recordó su infancia en barrio Talleres Oeste y los bailes de los domingos. «Me dormía escuchando cuarteto», confió y destacó que la música está «en el ADN» cordobés. «Decir que somos negros cuarteteros es un orgullo, siempre», dijo.
Guillermo Alonso, coordinador general de museos y patrimonio de Córdoba Cultura destacó que «la idea fue del gobernador (Juan) Schiaretti en 2019» Foto: Laura Lescano
«A nosotros nos identifican por la tonada, por el cuarteto y también por el Fernet con Coca. Pero el cuarteto viene antes del Fernet con Coca”, dijo también en ese marco el gobernador cordobés.
Según se consigna en el sitio del Ministerio de Cultura de la Nación que dio paso a la declaración del cuarteto como Patrimonio Inmaterial, el relevamiento que se hizo de este género -con ayuda de la Municipalidad de Córdoba- dio como resultado una valoración que no solo tiene que ver con lo estrictamente musical sino también con la letra y la danza.
«Inicialmente se utilizaba piano, acordeón, contrabajo y violín, hoy las orquestas incorporan teclados, cuerdas, percusión y vientos de bronce. El piano oficia como base de percusión por ello la expresión ´tunga tunga´ se instauró como forma de nombrarlo», dice el documento donde se fundamenta la decisión.
La Legislatura de Córdoba, además, ya lo había declarado como «patrimonio cultural intangible e inmaterial» y había dictaminado al 4 de junio como el Día del Cuarteto. Ahora con este nuevo nombramiento nacional se podrá avanzar hacia su reconocimiento mundial ante la Unesco.