Polémicas en edificios por quienes violan la cuarentena como sea

Suben a la terraza a tomar sol, se juntan a comer en los quinchos y hasta organizan karaokes en diferentes espacios comunes.

Pleno centro. Un grupo de vecinos de un edificio se conecta a través del WhatsApp de los consorcistas y empieza a organizarse. «Sale pollo al disco en el patio interno», dice uno de ellos. Y otro propone: «Llevo el karaoke, así zafamos un poco de la cuarentena. Total todos estamos en casa». A la hora de la cena, un puñado de habitantes del inmueble escucha indignado lo que ocurre en la «juntada» y se pregunta si debe llamar al 911 ante el incumplimiento de las medidas obligatorias de aislamiento para prevenir el coronavirus. «Somos pocos los que no estamos ahí, van a saber que los denunciamos nosotros y tenemos que seguir conviviendo», comentan entre sí.


La Cámara de la Propiedad Horizontal no admite dudas. Y es contundente. «Si se dan estas situaciones, hay que denunciarlas», dijo a La Capital Pedro Saporito, secretario de la entidad rosarina y admitió que, si bien no le llegaron denuncias formales, conoce este tipo de casos que, en los últimos días, se fueron viralizando a través de las redes sociales.

El directivo comentó además que en algunos de los edificios que administra debieron suspender encuentros en quinchos que habían sido reservados con anterioridad. «Directamente los cerramos para evitar problemas. Un vecino me escribió, pero parece que después entendió la situación», contó.

Son muchos los rosarinos que han dado a conocer por internet episodios como éstos, en los que las propuestas giran en torno a reunirse en el SUM, la terraza, el solarium, el quincho y cuanto amenity haya al alcance de la mano.

San Lorenzo al 800, Moreno al 1400, Zeballos al 1900, San Martín y Pellegrini y Puerto Norte son sólo algunas de la zonas donde se dieron estos encuentros o sus vecinos pretendieron llevarlos a cabo. Es que, en ciertos casos, ante los primeros intentos, el resto de las familias saltó a la yugular de sus pares: los que creen que siempre se puede encontrar la bifurcación en el camino. Los que buscan la avivada ante la contingencia aun cuando el resto de la sociedad hace el máximo esfuerzo por cumplir los decretos naciones y cuidarse ante posibles contagios.

«Estoy pensando en voz alta», se leyó días pasados en un grupo de WhatsApp. «¿Qué les parece si nos vamos turnando para subir a la terraza al menos para estirar las piernas, caminar o tomar algunos mates al aire libre? Podríamos organizarnos en turnos por departamentos», continuó el texto.

Afortunadamente, primó el sentido común y la respuesta fue negativa. «La cuarentena es adentro de las viviendas, no en los espacios comunes», contestó un consorcista sin medias tintas.


Sin embargo, hay otros rosarinos a quienes ni siquiera les importa consultar al vecindario. Al menos así fue reflejado por los que relataron: «En mi edificio, un grupo de adolescentes sube todos los días a tomar sol, como si nada pasara». Y hasta están las familias con chicos que van a diario a la azotea a «jugar al carnaval con la manguera».

Pero hay más, en una torre céntrica se generó un fuerte malestar entre sus habitantes por la actitud del dueño de tres perros que vive en el décimo piso. Es que llevó a los animales a defecar en la terraza y se fue sin sacar el excremento.

Saporito participó de un encuentro convocado por la Municipalidad para organizar la convivencia en los edificios de propiedad horizontal, donde los asistentes de la cámara del sector escucharon las recomendaciones. «Ya hemos colocado carteles en los ascensores donde se aclara que no está permitida la permanencia en estos espacios comunes», sostuvo el referente. Incluso, hizo mención a una disposición emanada de la entidad madre a nivel nacional.

La institución en Rosario publicó una advertencia en su página web ante la primera fase de la cuarentena que acaba de extenderse hasta el final de la Semana Santa. Allí se recuerda que «no está permitida la utilización de ciertos sectores de los edificios, tales como salas de usos múltiples (SUM), quinchos, terrazas, solarium, patios comunes, jardines, entre otros, con el fin de evitar la circulación de personas y el consecuente contagio del Covid-19, en consonancia con el decreto de necesidad y urgencia dictado por el gobierno nacional».

El texto sigue con una recomendación: «No hay dudas de que el agravamiento de la situación epidemiológica a escala internacional requiere que se sigan adoptando medidas para hacer frente a esta problemática, dado que nos encontramos ante una crisis sanitaria y social sin precedentes».

Y cierra: «A los efectos de mitigar la propagación del coronavirus, se reitera la prohibición de circular por la vía pública como también de utilizar espacios para reuniones y de otra índole. En este sentido, se recomienda a los señores consorcistas que cumplan las medidas establecidas y por ende no hagan uso de esos sectores de los edificios».

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