La exitosa ficción «Atav» podría tener una segunda parte
«Argentina, tierra de amor y venganza» fue lo más visto de El Trece después de «Showmatch» y su final dejó a los fanáticos desconcertados ya que podría haber una segunda parte de esta ficción. La novela protagonizada por Benjamín Vicuña, Gonzalo Heredia y Eugenia «China» Suárez, llegó a su fin el lunes cuando toda la banda cayó en la trampa de Torcuato (VIcuña), Trauman (Fernán Mirás) y Alicia (Mercedes Funes). Pero fueron liberados gracias a la rápida e inesperada intervención de Lucía (Delfina Chaves) y Francesca (Malena Sánchez), que dejaron de lado sus diferencias personales y se aliaron para salvar a los muchachos.
La actitud temeraria de la joven Morel en el manejo de armas permitió que los malvados depongan su actitud y sean aprehendidos por la policía.
Ya en el móvil de traslado, Torcuato se sintió acorralado pero se negó a ir a la cárcel. Desesperado, bebió un veneno que llevaba guardado en caso de alguna «emergencia». Desesperada, Alicia no pudo soportar la pérdida de su hermano y lo besó en los labios, por lo que ambos murieron abrazados.
Raquel y Moretti se casaron en un rito judío y momento después, Bruno y Lucía lo hicieron por iglesia. En la última escena, todos los vecinos del conventillo festejaron bailando y abrazándose tras librarse de Samuel Trauman y Torcuato Ferreyra. La voz de Lucía Morel daba cuenta del futuro de cada uno de los miembros de la banda de Bruno Salvat (Albert Baró).
Lo que siguió fue una placa negra y la leyenda «fin». Sin embargo, los guionistas de la novela éxito de El Trece dejaron una sorpresa para los espectadores. Un bonus track: una continuación de la historia, pero situada veinte años después, en 1962.
En ese pequeño adelanto, de lo que podría llegar a ser la segunda temporada de la ficción, aparece Samuel Trauman, que logró quedar en libertad después de recibir una condena mínima de seis meses.
Por su lado, el cafisho -algo más avejentado- es nuevamente propietario de un cabaret, con un estilo acorde a la época.
