Secuestraron al hijo de un preso, exigieron 500 mil pesos y lo liberaron sano y salvo

El final de 2019 llegó de la mano de un secuestro extorsivo en la que un adolescente de 15 años, hijo de un recluso que fue protagonista de la fuga de nueve presos en la autopista a Santa Fe el 8 de mayo pasado, fue levantado en un auto en inmediaciones de su casa en Centeno al 2700, en el barrio Itatí, y una hora y media más tarde lo abandonaron en Washington y Cavia, en Parque Casas.

Allí lo encontró la policía junto a otro hombre, de 34 años y prontuario abierto, que dijo que había sido secuestrado junto al pibe. Por el adolescente, dijeron las fuentes, se pidieron 500 mil pesos de rescate que no se pagaron.

El caso es investigado por el fiscal federal Javier Matías Arzubi Calvo, quien optó por ser cauteloso y hermético en las primeras horas de la pesquisa. Extraoficialmente se supo que en los últimos seis meses hubo un número similar de secuestros en Rosario, todos con la aparición de la víctima en perfecto estado.

Si bien no puede hablarse de una modalidad delictiva en aumento, el secuestro extorsivo está cada vez más presente en el hampa de la ciudad. Pero con una salvedad que remarcan varios investigadores consultados. Los hechos se dan en un contexto de narcocriminalidad y operan como la ejecución de una garantía. «Se es parte de una transacción en la que hay dinero en efectivo o droga. Si falta una parte hay problemas. La plata o la droga tiene que estar. Y si no está se ejecuta la garantía, que no es otra que un familiar de aquel que se queda con la plata o la droga. Esto se ve mucho cuando una de las partes en disputa está presa».

Noche de lunes

El lunes 30 de diciembre pasadas las 20, Kevin, de 15 años caminaba por Centeno y Callao vestido con una de sus camisetas de Newell’s cuando, según sus dichos, fue interceptado por dos hombres que se bajaron de un Peugeot 308 gris y de otro auto. A los empujones lo metieron en uno de los vehículos y desaparecieron.

A los pocos minutos la madre del muchacho denunció en la comisaría 21ª, de Arijón 2300, que habían secuestrado a su hijo y que su concubino era Alejandro Andrés Candia, de 33 años, quien está recluido en la cárcel de Piñero.

El apellido del recluso ya había resonado el pasado 8 de mayo cuando sobre el mediodía nueve presos se fugaron cerca del kilómetro 3 de la autopista Rosario-Santa Fe cuando tomaron control del minibús que los trasladaba al penal de Coronda. Candia era uno de los fugados. Cinco días más tarde fue recapturado cuando bajaba de un remís en Centeno al 2500, cerca de la casa de su concubina.

El hombre purgaba una condena a diez años y seis meses por asalto a mano armada, robo y evasión reiterada. El 1º de agosto la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci le imputó, junto a otros cuatro reclusos, los delitos de evasión agravada por el uso de arma, portación de arma de fuego de uso civil condicionado y agravada por registrar antecedentes de delitos contra las personas y con uso de armas; robo calificado por uso de arma y hurto de vehículo estacionado en la vía pública. Candia fue a parar a la cárcel de Piñero.

Se lo anunciaron

Otra salvedad que expuso la madre de Kevin al realizar su denuncia fue que su pareja, en los días previos, le había enviado desde la cárcel mensajes escritos y de voz contándole que en la cárcel estaba amenazado y que le habían dicho que iban a matar a su hijo.

En la denuncia quedó claro que le reclamaban 500 mil pesos. Inmediatamente desde la seccional 21ª se le informó al fiscal federal Arzubi Calvo, quien activó el protocolo antisecuestro y le dio participación a la Brigada de la Agencia de Investigación Criminal (ex PDI). Alrededor de las 22, Kevin fue encontrado en inmediaciones de Washington y Cavia, en barrio Parque Casas, territorio dominado por las huestes del fallecido «Ema Pimpi» Sandoval. El chico dijo que en todo momento lo retuvieron bajo amenazas de muerte y apuntado con una pistola.

Pero Kevin no estaba sólo al ser localizado. Junto a él estaba un hombre de 33 años domiciliado a pocas cuadras y que tiene prontuario abierto. El hombre (identificado como Matías T.) les dijo a los policías que él también había sido retenido contra su voluntad.

Ese hombre es reconocido en el hampa de Parque Casas. Fue detenido el pasado 23 de agosto de 2018 como sospechoso de integrar una gavilla de ladrones armados y quedó a disposición de la fiscal Viviana O’Connell. Además estuvo vinculado a un robo agravado junto a Alexis Antonio «Locochi» Berti, asesinado el 13 de mayo de 2017 tras una oscura persecución policial. Un día después de ese asesinato, tras incidentes en medio del cortejo fúnebre frente a la comisaría 30ª, fueron detenidos un hermano de Berti y el apodado «Nono», uno de los hermanos de «Ema Pimpi».

Lo cierto es que ahora Kevin ya está junto a su familia y el fiscal federal Arzubi Calvo investiga cuales fueron las circunstancias que rodearon al hecho.

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