La Casa Gris y el socialismo acercaron posiciones sobre la necesidad pública
«De la confrontación al acuerdo, jefe». Aunque no textual, tal fue el entusiasta resumen que el ministro de Gobierno provincial, Esteban Borgonovo, le hizo ayer al mediodía al jefe de la Casa Gris, Omar Perotti, quien esperaba en Rosario —donde cumplió su agenda del día— el resultado de la reunión con representantes del Partido Socialista (PS) en torno a la ley de necesidad pública. Hasta ese momento, las partes —antecesores y sucesores— habían protagonizado casi nueve meses de una confrontación retórica inédita. No obstante, los referentes de la oposición expusieron sus números y pidieron «sinceridad» al Ejecutivo santafesino a la hora de encarar el debate parlamentario.
¿Cesaron las recriminaciones y acusaciones recíprocas? ¿Se logrará el consenso que ambas partes, dijeron (como 24 horas antes los radicales y, días previos, el PJ), es tan necesario como urgente? Borgonovo y sus pares de Gestión Pública y Economía, Rubén Michlig y Walter Agosto, respectivamente, quienes oficiaron de anfitriones en el primer piso de la Gobernación se esforzaron por exhibirse confiados en que eso fue, precisamente, lo que se logró.
El diputado nacional y presidente del PS a nivel provincial, Enrique Estévez, quien estuvo acompañado de sus pares provinciales Pablo Farías, Joaquín Blanco y Claudia Balagué; la concejala capitalina Laura Mondino y Silvio González, intendente de San José del Rincón, contribuyó a crear esa sensación. «El diálogo siempre es positivo», dijo al llegar a la cita.
Desechó, de entrada, la confrontación que había signado todo encuentro previo. Venimos, aseguró, a «escuchar y analizar cuál es el mensaje que quiere mandar el Ejecutivo a la Legislatura». Y subrayó que «el diálogo se construye en base al respeto y la verdad».
De todos modos, la comitiva socialista entregó un documento sobre el estado de las cuentas y finanzas provinciales y planteó su preocupación por la intención de tomar deuda por el equivalente a 600 millones de dólares.
Al respecto, los dirigentes del PS hicieron hincapié en el déficit difundido por el gobierno de Perotti para diciembre de 2019 y el cálculo erróneo de la deuda flotante y del Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (Fuco).
«Estamos frente a una situación diferente porque el gobierno bajó un cambio respecto de diciembre. El gobernador tomó nota de que el único camino es el diálogo», afirmó, a su turno, Blanco.
El legislador indicó, asimismo, que como bloque Socialista se solicitó al Ejecutivo el proyecto de ley de necesidad pública ingrese a la Legislatura por Diputados.
«Creemos que en este tiempo hubo debates en torno a temas en los que no coincidimos. Es lógico que tengamos distintas miradas, lo que tenemos que intentar es construir un consenso en torno a las necesidades y cómo vamos a dar ese tratamiento en el marco legislativo», añadió.
Esa frase resonó por su notorio contraste con la posición que el socialismo exhibió en la sesión del 30 de diciembre pasado en la Cámara de Diputados, cuando archivó la ley de emergencia que había aprobado con modificaciones el Senado.
De aquel rechazo in límine del socialismo del ex gobernador Miguel Lifschitz al «construir un consenso en torno a las necesidades» hay una diferencia sustancial. Ya no se trata de no discutir la ley sino de acordar los términos de un debate que debería generar un instrumento legal para que la provincia, los municipios y las comunas cuenten con recursos inmediatos para destinar a las urgencias en lo social, la seguridad y salud pública.
¿Esos fondos surgirán de la redistribución de partidas o de créditos que tome el Estado? El detalle ahora se discute casi como eje central. Y ello pareciera importar que se superaron las dos discrepancias antes trascendentes: la existencia de un estado de crisis (al margen de hacia dónde apunte cada espacio político al buscar origen o responsable) es innegable y la necesidad de dar una respuesta rápida frente a la sociedad.
«Fue una reunión en la que pusimos sobre la mesa las distintas miradas que tenemos. Con puntos sobre los que tenemos que trabajar. Analizaremos en profundidad el borrador de proyecto de ley», indicó Estévez al retirarse de la Gobernación.
La delegación que encabezó el hijo del histórico líder del partido de la rosa, Guillermo Estévez Boero (de quien el lunes pasado se cumplieron 20 años de su muerte), tuvo una característica que no pasó desparecida: la carencia de rostros que en socialismo fueron clásicos en los últimos doce años.
La fase crucial de la ronda de diálogo había arrancado el lunes con el radicalismo, que le dio un guiño a la iniciativa de Perotti, y concluirá hoy con dirigentes de Unite. Luego llegará la hora de enviar el proyecto de necesidad pública a la Legislatura.