La bajante histórica del río Paraná genera complicaciones en cinco provincias.
El río Paraná registraba hoy una altura de 0,79 metros frente a la ciudad de Paraná, capital de Entre Ríos, con lo que se convierte en la tercera bajante histórica, al superar los 0,86 metros que alcanzó en 1989, hace 30 años.
En Rosario hoy alcanzó una altura de 1,06 metros.
A raíz de la bajante, salieron a la luz bancos de arena, embarcaciones hundidas, la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe, mientras personal municipal de Paraná debió trabajar para que funcione la planta potabilizadora.
El río comenzó a descender desde el 24 de febrero, cuando marcó 2,74 metros, mientras que oscila entre el metro y los 2,80 metros desde junio de 2019.
Sin embargo, aún no se registran las peores marcas ubicadas en 1971 (0,50 metros) y un año antes (0 metros).
En Misiones y como consecuencia de esta bajada, las Cataratas del Iguazú atraviesan una de las peores sequías de su historia y eso se ve reflejado de manera evidente en los diversos saltos, algunos de los cuales desaparecieron completamente.
El intendente de Parque Nacional Iguazú, Sergio Acosta, dijo que «el caudal sigue bajando» y atribuyó el escaso caudal a la falta de lluvias en la región y al cierre de compuertas de las represas de Brasil, ubicadas río arriba de las cataratas: «Al no haber lluvias importantes en la región de Curitiba o las nacientes del Iguazú, el río no recupera caudal», comentó Acosta.
En Chaco, por su parte, el río Paraná en el Puerto de Barranqueras marcó hoy 1,30 metros, de acuerdo el informe suministrado por la oficina de Prefectura Naval Argentina, en una bajante que tiene una duración de más de siete meses.