Escribió una carta, mató a su mujer de dos tiros y se quitó la vida.

Poco después de las 20 del martes un matrimonio fue hallado sin vida sobre la cama que compartían

Poco después de las 20 del martes un matrimonio fue hallado sin vida sobre la cama que compartían en un departamento de Pueyrredón al 1200. La mujer, de 74 años, presentaba dos disparos en la cabeza; y su esposo, de 76, tenía un balazo en el cráneo y un arma calibre 325 aferrada a su mano derecha. A partir de las pruebas recolectadas en el lugar, los investigadores descartaron la hipótesis de un doble crimen y se centraron en un femicidio seguido de suicidio que bien podría haber sido el epílogo de un pacto fatal debido a la angustia que aquejaba al matrimonio por la situación de encierro en la que vivían a partir de la cuarentena obligatoria decretada por el avance del coronavirus y encontrarse ellos en la población de riesgo.

El caso empezó a conocerse alrededor de las 17.20 de anteayer cuando un kinesiólogo se comunicó con Andrea, una de las hijas de la pareja, para avisarle que había llegado al departamento de Pueyrredón al 1200 como lo hacía habitualmente para atender a su mamá, que se movilizaba en una silla de ruedas, y al tocar el portero nadie lo atendió. Preocupada, la hija de la pareja se dirigió a la vivienda y al no ser atendida abrió la puerta con sus llaves comprobando que la misma estaba correctamente cerrada y con los seguros puestos.

Una vez en el interior del departamento Andrea se dirigió a la habitación de sus padres y los encontró tendidos en la cama y sin vida. Asimismo, la hija de la pareja comprobó que en los demás ambientes del lugar no había nada revuelto y contó al fiscal de Homicidios Dolosos Luis Schiappa Pietra que sus padres estaban atravesando «una situación depresiva y habían manifestado estar cansados por la situación de encierro» deparada por la pandemia de coronavirus. A partir de eso el funcionario del Ministerio Público de la Acusación caratuló preliminarmente la causa como femicidio seguido de suicidio.

Asimismo, fuentes policiales aseguraron que el hombre tenía en su mano un revólver calibre 325 conteniendo dos cartuchos intactos y dos servidos en sus alvéolos; y sobre la mesa de luz tres vainas servidas y cuatro cartuchos intactos del mismo calibre. También había «una carta de despedida con la clave de la tarjeta de débito para que sus hijos cobren la jubilación», lo que debía hacerse efectivo mañana.

La mujer fue identificada como Alicia Noemí Pérez, de 74 años, y su pareja como Alfredo Alonso, de 76, cuyos cuerpos fueron derivados al Instituto Médico Legal para las correspondientes autopsias mientras los pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) relevaron la escena y tomaron los testimonios además de levantar huellas que permitan cerrar el trágico caso.

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