EDILES SIGUIERON LA LECTURA DEL VEREDICTO EN LAS CAUSAS FECED III Y IV
Se trató de “una jornada histórica” en que el Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario sentenció a prisión perpetua a seis genocidas, entre ellos Lofiego y Marcote, por delitos de lesa humanidad. Otros recibieron penas de 16 a 22 años.
Desde el recinto de sesiones, integrantes del cuerpo siguieron este jueves 14 de mayo la transmisión en que El Tribunal Oral Federal Nº 2 leyó las penas por crímenes cometidos en Rosario durante la última dictadura cívico militar. Según las sentencias, recibieron prisión perpetua José Lofiego, Mario Marcote, José Scortechini, Ramón Vergara, Ramón Alcides Ibarra y Ernesto Vallejo. Por otra parte, le otorgaron 16 años de prisión a Lucio César Nast, 22 años a Héctor Gianola y Eduardo Dougour, y 18 años a Julio Fermoselle. Las condenas fueron recibidas por aplausos de edilas y ediles.
A raíz de la pandemia por covid-19 y en virtud del aislamiento social obligatorio, la audiencia debió realizarse por videoconferencia y sin afluencia de sobrevivientes y familiares de las víctimas. Por iniciativa de la edila Jesica Pellegrini, de Ciudad Futura-FCS, también se replicó a través de www.concejorosario.gov.ar y Canal 4 de Rosario para que la comunidad rosarina pudiera tener acceso a la lectura de la sentencia.
“Fue una jornada histórica, no sólo por la magnitud de las penas y porque no hubo absoluciones, sino por haber obtenido justicia por cada una de las casi 200 víctimas que esperaron tantos años para que la historia se escriba con un correlato de verdad. Desde ese punto de vista, la sentencia tiene un altísimo contenido reparatorio”, señaló la concejala quien además es abogada querellante por los organismos de derechos humanos.
Pellegrini, destacó que “por primera vez se haya condenado por los delitos sexuales sufridos por las compañeras, tantos años denunciados y subsumidos por los tribunales en el delito de tormentos. La violencia específica hacia las mujeres como un modo de dominación y de imposición, no con fines sexuales sino por medios sexuales y con fines de castigo por romper los mandatos, es un paso gigante para la lucha feminista”.
También reconoció “el caso Vigil que muestra la magnitud del genocidio, el caso Schilman que desnuda la complicidad judicial. Muchos aspectos que venían siendo una cuenta pendiente, hoy encontraron un cauce de justicia y eso es para celebrar”.
En el recinto estuvieron presentes la presidenta del cuerpo María Eugenia Schmuck, del bloque Radical, y la vicepresidenta segunda, Marina Magnanni, de Unidad Ciudadana; la presidenta de la comisión de Derechos Humanos e integrante de Rosario Progresista, Susana Rueda; Norma López y Alejandra Gómez Sáenz, del Frente de Todos-PJ; Fernanda Gigliani de Iniciativa Popular, y Fabrizio Fiatti, de Creo.
La audiencia dio cierre a la tercera y cuarta elevación parcial de la megacausa Feced en la que se juzgan los delitos de lesa humanidad que tuvieron lugar en el ex Servicio de Informaciones de la Policía de Rosario en uno de los períodos más oscuros de la Argentina.
Reflexiones desde las bancas
Marina Magnani: Personalmente, esta sentencia es muy conmocionante. Una de las víctimas es mi papá, conozco a todos los sobrevivientes que están mencionados en la causa, milité en Hijos. Quiero rescatar que, hasta el día de hoy, estemos juzgando y condenando delitos de lesa humanidad en Argentina, hace que tengamos una calidad institucional distinta a la de otros países. Recordemos que hasta hace muy poquito en Chile, las fuerzas armadas reprimían en la calle haciendo estas mismas aberraciones, lesionando en la vista a las personas que estaban manifestándose. Recordemos que en Bolivia, hubo un golpe de Estado donde se están haciendo estas cosas en este momento. Recordemos que en Brasil hay un presidente ex militar que reivindica la tortura y los golpes de Estado. Y creo que en nuestro país, esos discursos han podido instalarse, no tienen lugar, principalmente porque hubo madres, hubo abuelas, hubo hijos, hubo familiares de detenidos desaparecidos que siempre denunciaron. Y la gente supo y valora la democracia, valora los derechos. Y ese es un mensaje fundamental. La participación política en la Argentina hoy es un derecho garantizado entre otras cosas, por esta gente que murió y por el trabajo de las familias para condenarlo. Así que hay que vivirlo con alegría aunque lamento que no pudiéramos estar manifestándonos juntos con los sobrevivientes que son las grandes protagonistas, quienes brindaron su testimonio para que esto fuera posible.
Susana Rueda: Se trató de una sentencia histórica por muchas razones. Entre ellas, porque se conoció por videoconferencia sin la posibilidad de estar presentes como a muchos les hubiera gustado. Muchos estaban esperando este momento histórico ya que son 188 víctimas y hay que imaginar los familiares que tendrían muchas ganas de estar ahí, pero así se dieron las cosas. Estamos conformes con el fallo, son por lo menos cinco sentencias a prisión perpetua y por sobre todo porque en dos fallos, el de Marcote y el de Lofiego, le agregaron el delito de violación que es la primera vez que se condena por este delito en el marco de la causa. Todas aplaudimos. Especialmente el caso de Marina, manifestamos nuestra solidaridad con ella. Fundameltamente, tal como se leyó antes del veredicto, para las víctimas esta sentencia es una reparación histórica. Es necesario como sociedad una reflexión, porque es inconcebible que hayamos llegado a tal nivel de barbarie, como lo dijo la presidenta del tribunal. Hay nuevas generaciones que, con estos fallos van a revisar la historia. Es importante que todos conozcan ese nivel de barbarie. Por eso decimos “Nunca Más”.
Norma López, Frente de Todos-PJ: Dijeron la palabra genocidio, algo que es importantísimo porque es en el marco de de los delitos de crímenes de lesa humanidad. También es el primer juicio en el que se pueden incluir violaciones como delitos de lesa humanidad, y ahí quiero reivindicar a muchas de las compañeras que tuvieron la tremenda tarea de hacer el relato. Valorar que se pudo dar sentencia en caso de sobrevivientes y de compañeras y compañeros desaparecidos que nunca se había podido encuadrar. Para nosotros en una sentencia muy importante la de hoy. Y ahora es importante seguir en este camino de Memoria, Verdad y Justicia que nuestro país necesita seguir reivindicando y sosteniendo. Habrá que analizar y ver cada uno de los casos, en medio de la pandemia es importantísimo que se haya podido llevar adelante este juicio por crímenes de lesa humanidad en esta mega causa de Feced. Lo de Lofiego es todo un símbolo en Rosario. Hay que esperar un tiempo para que los querellantes puedan analizar cada uno de los fallos. Y quiero reivindicar al Concejo Municipal como valor de la democracia, como la casa de todos y todas las rosarinas porque puso a disposición la posibilidad de transmitir esta sentencia, para que todos sepamos de qué estamos hablando cuando hablamos de genocidio.
Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular: Logramos por primera vez en la ciudad que se juzguen delitos sexuales cometidos en el marco del terrorismo de Estado y los secuestros de la comisión directiva de La Vigil. Una justicia tardía pero que se la debemos a los que no ya no están, a nuestras madres de la plaza 25 de Mayo, a los sobrevivientes y a todo el pueblo argentino. Esta causa nos permite reconstruir el mapa de la represión en Rosario. Por eso seguiremos luchando contra la impunidad de ayer y de hoy, por la Memoria, Verdad y Justicia.
Alejandra Gómez Sáenz: Acabamos de vivir nuevamente una sentencia histórica a genocidas de la última dictadura cívico militar de Argentina. El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario sentenció a perpetua a 6 acusados por delitos de lesa humanidad. A dos de ellos, por delitos sexuales, marcando este veredicto un hecho histórico en la ciudad. Para los otros 4 hubo condenas entre 16 y 22 años de prisión. Esta sentencia es un poco de justicia para tantos compañeros y compañeras que sufrieron en carne propia el horror del terrorismo de estado. Es un logro enorme de las organizaciones de derechos humanos, familiares y sobrevivientes de la última dictadura cívico-militar. Pero también es un logro del pueblo, que resiste al olvido y que esta vez en circunstancias muy distintas a las anteriores acompañó desde su casa la lectura del veredicto. Hoy más que nunca, recordamos a aquellxs compañerxs que lucharon por un país distinto: uno con justicia social y donde la salud sea un derecho de todes. En este mismo camino hoy estamos, particularmente hoy, sintiéndolos mucho más cerca.