El comercio reabrió

La falta del transporte urbano de pasajeros le cambió la expectativa al centro rosarino, pero sus referentes creen que se irá «de menor a mayor».

El debut de la fase 4 en la cuarentena administrada encontró ayer a Rosario en una jornada atípica por la falta de transporte urbano de pasajeros, por lo que los diagnósticos del debut comercial fueron algo dispares. En algo hubo coincidencia: el comportamiento social fue destacable, con un cumplimiento estricto del distanciamiento y los protocolos de higiene que impone el coronavirus; y el centro tuvo una afluencia algo menor que los centros comerciales barriales, en los que los vecinos hicieron fila para concretar sus compras. Los rubros más solicitados fueron los celulares y electrónica junto a la indumentaria.

Luego de las normativas nacionales de flexibilización de la cuarentena y los decretos provinciales y municipales correspondientes, la ciudad se puso a prueba en una jornada donde los bancos funcionaron por la mañana, mientras que los comercios y las profesiones liberales, entre otros rubros, lo hicieron por la tarde.

«Fue un día raro, sin colectivos. Es difícil hacer un análisis de la situación, pero estuvo muy tranquilo», destacó el titular de la Asociación Calle San Luis, Miguel Rucco. En el sector donde imperan los negocios mayoristas textiles y de indumentaria se aplicaron las medidas de seguridad e higiene pero no hubo amontonamientos ni afluencia masiva. «Circuló gente, pero el análisis que hacemos es que los productos de primera necesidad de una familia aumentaron las ventas y también la indumentaria. Teníamos todas las medidas de desinfección y demarcación de las veredas y señalización en las calles pero en ningún momento se hizo cola en ningún lado. La gente que vino se cuidó mucho y preguntó de lejos», destacó Rucco, para quien el valor de los productos atados al dólar también afectará en la reposición de mercadería. «Igualmente tenemos que conservar esto que logramos y no retroceder y en algún momento ampliar el horario a la mañana», apuntó.

Para el referente de la Asociación Amigos de la Peatonal Córdoba, Nelson Graells, la de ayer fue una «jornada llena de emoción después de mas de 50 días con los locales cerrados. Abrir las puertas fue muy dispar, con afluencia de gente en forma variada. Nosotros estamos muy conformes con la cantidad de público que ingresó comparado al 9 de marzo y sin colectivos. En algunos locales llegamos al 50 por ciento, en otros fue del 70 por ciento para lo que implican las pautas de distanciamiento y el respeto del factor ocupacional. Claramente en los barrios hubo mucho más clientela que en el centro, incluso se hicieron filas respetando las distancias. Es un inicio importante, sabemos que es difícil volver al 100 por ciento pero había que empezar, sobre todo porque se pide un uso menos intensivo del transporte de pasajeros, pero vamos de menor a mayor»

Para el dirigente empresarial, hubo mucho respeto de los rosarinos y se cumplieron los protocolos por parte de los empleados a rajatabla. En los locales trabaja un 30 por ciento. «Hubo mucha necesidad de consultar productos como calzado y ropa deportiva, ahora con la nueva temporada», destacó Graells. «Veremos día por día, esto va a mejorar con el cuidado que la gente ha demostrado», enfatizó.

El titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Ricardo Diab, destacó el optimismo por la apertura, «que lógicamente no cubre las expectativas de poder hacer caja, pero por ser el primer día fue algo bueno, pese al paro del transporte. Se ha notado más movimiento en los barrios y no tanto en el centro. El hecho de no tener colectivos nos servirá para ajustar detalles. El público se irá incrementando, pero hemos comprobado que las normas de higiene y seguridad se aplicaron en los locales y también en la gente. Un dato muy positivo», puntualizó el dirigente.

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