Un musical de Broadway que llega a Buenos Aires con algo de «argentinidad»

Martín Bossi y Fernando Dente protagonizan «Kinky Boots», la versión argentina del reconocido y multipremiado musical de Broadway, que esta semana se estrenó en el porteño teatro Astral. Con dirección de Ricky Pashkus, la obra está basada en el libro de Harvey Fierstein, con música y canciones de la cantante estadounidense Cyndi Lauper y, también, en el homónimo filme dirigido por Julian Jarrold.

La trama gira sobre Charlie (Dente), quien heredó una fábrica de zapatos de su padre que está al borde de la quiebra y tratando de estar a la altura de legado y salvar el negocio familiar encuentra inspiración en Lola (Bossi), una artista del transformismo que necesita unas botas con altísimos tacos aguja resistentes para la dura tarea sobre los escenarios.

En la medida que trabajan juntos en busca de ese ideal irán descubriendo que tienen más cosas en común de lo que cualquiera podría pensar, y también que cuando uno cambia su opinión sobre alguien también puede modificar su propio mundo por completo.

La pieza ganadora de los premios Tony, Grammy y Olivier, está inspirada en hechos reales, tiene libro de Harvey Fierstein, en versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino, con letras de las canciones de Lauper en español de Marcelo Kotliar dirección y coreografía de Pashkus, quien eligió a Bossi para hacer un personaje que de día es boxeador y de noche es una drag queen.

Fernando Dente y Martín Bossi en los roles de Charlie y Lola.

Fernando Dente y Martín Bossi en los roles de Charlie y Lola.

«La obra original discurría cerca de Londres pero en esta preferimos no decir puntualmente dónde se desarrolla. Sin embargo la argentinidad de Martín es muy grande y yo la fomento. Hay gente a la que le gustará menos, pero no puedo correr a Martín de su identidad, nadie puede hablar como un tipo de barrio como él», avisó Pashkus durante una entrevista con Télam.

El coreógrafo y director nacido hace 64 años en Buenos Aires, defendió esas licencias para con el actor y humorista porque «a partir de ese lenguaje desacartonado, absolutamente suelto, respetando el tempo de su forma de hablar, elegí que el sonido del drag sea más masculino que el de Simón, la otra cara de Lola».

Siempre le preste atención a Martín Bossi por su talento y su predisposición y en diciembre de 2018, cuando ya tenía el proyecto de «Kinky Boots» en la cabeza, un amigo me pregunta por qué no ofrezco a el papel de Lola. Yo estaba haciendo «Chorus Line», y él su espectáculo y lo encontré en las oficinas de sus representantes de entonces. «¿Qué chances tenés de poder hacer ‘Kinky Boots»», y me contestó que sí y yo le dije que todavía no teníamos ni plata ni nada. Le pregunté si conocía la obra y me dijo «No, pero me la contaron, vi la película y la quiero hacer». Nos fuimos a Broadway con un grupo de gente, la vimos todos y mientras la veía me decía «Yo la hago, yo la hago». Fue un acto de sinergia y sincronía», dijo.

Hace muchos años, con Enrique Pinti me pasó algo parecido, que estaba de alguna forma cansado de los unipersonales y yo le propuse hacer «Los productores» y después «Hairspray».

Por su parte, Martín Bossi, afirmó que fue todo un desafío mutar en Lola. «Yo no soy bailarín, soy bailador que es distinto. Ahora me acostumbré, pero al principio era un martirio. Tengo 45 años, no tengo 20. La cintura, los gemelos, un dolor… estoy con kinesiólogo todo el tiempo. Además no me perdonaron. Les pregunté: «¿Me pueden bajar un poco los tacos?». No, me pusieron unos de 15 centímetros. En los cuadros uso diferentes tacos. Una maldad total, y el número final ya lo hago en zancos», dijo Bossi en declaraciones a Infobae.

«Creo que hay géneros muy subestimados. No es el caso de la comedia musical, que es valorada en el mundo, pero el género que hago no existe. Hay una tendencia a pensar que Bossi imita. En los últimos 6, 7 años de teatro lo que menos hice fue imitar. Hay gente que técnicamente no entiende y dice: «Me reí con Bossi, lloré…». Mis espectáculos son una mezcla de géneros. Hice comedia musical desde que arranqué hace 10 años. Es muy odioso lo que voy a decir, pero cuando me ofrecieron la obra no me resultó un desafío para nada. Me resulta hasta un enorme descanso, muy divertido, como decir: «Merezco unas hermosas vacaciones laburando».

Respecto a su rol como productor en sus espectáculos anteriores, confesó que «perdíamos plata los primeros años con mi socio, pero tenía control sobre todo y acá no tengo control sobre nada». Y agregó: «Yo tuve muchas charlas con Ricky (Pashkus), le expliqué que para mí era muy difícil por mi modo de ver el teatro. Ricky es muy inteligente y me supo llevar de una forma maravillosa».

¿Te sentiste identificado con Lola?

—Sí, me identifico mucho porque este personaje lucha por la igualdad y el cumplimiento de los sueños. Es un personaje disruptivo. Hay una frase de cabecera para mí que le cabe a Lola: «La desobediencia es la base del éxito». Lola es desobediente. En realidad no es una travesti, sino un hombre que se viste de mujer, exagerando sus movimientos. Es un hombre jugando a ser mujer al extremo. Lo que llamamos travesti es una mujer, una mujer de corazón valiente.

dupla. Fernando Dente y Martín Bossi en los roles de Charlie y Lola.

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