Apertura del 141º período de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación.

Pasados dos minutos de las once de la mañana de ayer 1 de Marzo,, fue cuando ingresó al recinto de la cámara
baja Cristina Fernández Kirchner, para dar comienzo a la inauguración del 141° período legislativo.
Lo primero que hizo fue pedir un aplauso por la conformación de la mesa “ Un aplauso, la
primera vez que somos todas mujeres “ alusión al estar flanqueada por Cecilia Moreau
Presidenta de la Cámara de Diputados y Claudia Abdala de Zamora, Presidenta provisional del
Senado. Acto seguido invito a la Pta. De la cámara de Diputados a izar el pabellón nacional y a
los presentes a mantenerse de pie para entonar las estrofas de nuestra canción patria.
Al conformase la delegación de bienvenida para recibir al Presidente Alberto Fernández, luego
se pasó a cuarto intermedio hasta el arribo del Presidente de la Nación, quien fue recibido por
las Presidentas de Ambas Cámaras, la Presidenta provisional del Senado y la Comisión de
Exterior, en la explanada del Palacio Legislativo a las 11.30h.


Asimismo, legisladores que integran la Comisión de Interior acompañaron al primer
mandatario en el recorrido hasta el recinto de la Cámara baja. En
el Salón Azul, donde también se encuentra la primera Constitución Nacional, que se abre
solamente para la presencia del jefe de Estado el 1 de Marzo, se procedió a la firma del Libro
de Honor.
A las 11:36 horas, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, comenzó su discurso de
apertura del 141° período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, destacando la
institucionalidad en el país y los cuarenta años del regreso de la democracia.
Con un discurso que fue tocando temas diversos fue de menor a mayor.
Nombrando a lo largo del discurso a dos ex combatientes de Malvinas, un empresario de
laboratorios, una flamante dueña de su propia casa, una obrera de la construcción, una directora
de institución de salud mental, dos rectoras universitarias, dos científicos y una trabajadora de la
economía popular. Con nombres propios y rostros presentes en el Congreso, Alberto Fernández
repasó tres años de políticas públicas de su gobierno.
«Es un logro colectivo de todo el pueblo argentino», manifestó Fernández e invitó a rendir «un
sincero homenaje a los dirigentes políticos, sociales, gremiales, de defensa de los Derechos
Humanos, personalidades del mundo religioso, artístico, científico que fueron capaces de
construir esos denominadores comunes que hicieron posible la restauración de la Democracia,
en especial a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo».
Así mismo el Presidente pidió que la justicia «juzgue y condene» a los autores materiales e
intelectuales del atentado a la vicepresidenta de la Nación. «Le pido a la justicia que actúen
con la misma premura con la que se archivan causas contra jueces y empresarios poderosos.
Hace seis meses vivimos uno de los momentos más desgraciados vividos en estos cuarenta
años como fue el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner»
«En este tiempo escuché una y otra vez como criticaban mi moderación, pero con mi
moderación pude enfrentar a los acreedores privados y pude ponerles freno a los
condicionamientos al Fondo Monetario Internacional y con esa moderación puse el pecho a la
pandemia», manifestó Fernández.
Por el fallo sobre CABA, Fernández cargó a los gritos contra “la intromisión de la Justicia “En un
pasaje muy ríspido, el presidente se definió como “orgullosamente porteño”, pero insistió con
que se le quita dinero “a los quemas necesitan” para beneficiar a “la ciudad más opulenta”.

En el mismo sentido consideró que «fui yo el que estuvo al lado de Lula cuando injustamente lo
apresaron, el que estuvo al lado de Evo Morales cuando un golpe de Estado le arrancó el
poder, el que está al lado de Cristina cuando es perseguida injustamente y el que reclama y
hace todo lo más republicanamente posible para que la Justicia vuelva a abrazar el derecho y
deje de servir a factores de poder persiguiendo a quienes representan el pensamiento
popular».
El pasaje más caliente del discurso de este miércoles fue el que el presidente dedicó al fallo de
la Corte Suprema sobre la coparticipación que benefició a la Ciudad de Buenos Aires. En ese
tramo se escuchó a un presidente desencajado, a los gritos, con oficialistas aplaudiendo de pie
y opositores a voz en cuello. “Un enorme orgullo que me insulte”, le dijo varias veces Alberto
Fernández al diputado Fernando Iglesias.
Y luego avanzó contra CABA al señalar que “los recursos coparticipables se distribuyen de
acuerdo a las formas establecidas por una ley convenio que han firmado cada una de las
provincias argentinas y el Estado Nacional. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no forma
parte de ese convenio. No tiene derechos sobre esos recursos. Debe recibirlos del Estado
Nacional cuando este le transfiere un servicio que hasta ese momento prestaba. Esa decisión
es parte de la gestión administradora del Poder Ejecutivo Nacional y no puede ser sustituida
por otro poder de la república”. “La intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es
definitivamente inadmisible”, sostuvo el presidente que advirtió que se pone en riesgo la
lógica redistributiva de la Ley de Coparticipación Federal causando un severo daño al equilibrio
de las cuentas públicas. Al cierre de su mensaje, Alberto destrozó al Poder Judicial y defendió
el pedido de juicio político contra la Corte. Con tono elevado y aplausos, Alberto Fernández
dedicó buena parte de su discurso para criticar al Poder Judicial, pero aclaró que “no hay
ningún ataque ni embestida contra la Justicia”, sino que prometió “poner fin a los sótanos de
la democracia”. Con la presencia en el recinto del presidente del Tribunal Supremo, Horacio
Rosatti, y Carlos Rosenkrantz, Alberto Fernández dejó para el final el plato fuerte de su
discurso.
Terminando el discurso sentenció “Senadoras, senadores, diputados, diputadas, pueblo de mi
Patria: cuando discutimos grandes fortunas, lo que estamos discutiendo es más igualdad.
Porque solo a través de la igualdad, solo creando las condiciones materiales para que todos y
todas puedan tener las mismas oportunidades, es que un país puede crecer y progresar. Lo
digo y lo repito: la libertad no son palabras, la libertad nace en la igualdad.
Dicho ello, declaro inaugurado el 141º período de sesiones ordinarias del Congreso de la
Nación.”
El contraste discursivo quedó claro: frente a la Corte Suprema y sus ministros representantes del
poder empresario, héroes anónimos potenciados por las políticas públicas del Frente de Todos.
Este fue su último discurso en una apertura legislativa, todo dependerá de su decisión de
presentarse para una reelección, pero para eso aún falta bastante.

Por:  Oscar Barraza Ibañez [email protected]

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