Uno de cada cuatro geriátricos no está habilitado.

El dato surgió a partir de los controles exhaustivos que comenzaron a realizarse para prevenir los casos de coronavirus en esos espacios.

“Geriátricos, inspecciones, protocolo”, son las tres palabras que se escuchan con insistencia en los últimos días en cada reunión del Comando de Operaciones de Emergencia (COE), el organismo creado por el municipio para llevar las riendas de la pandemia.

Desde que empezó a crecer el número de contagios, las residencias para adultos mayores están en el centro de la atención de las autoridades sanitarias, que empezaron a mirar con mayor recelo las condiciones de cada uno de los alojamientos. Los primeros cruces de datos entre registros públicos y de prestadores sembraron preocupación: uno de cada cuatro hogares no se encuentra habilitado, en algunos incluso el personal no estaba registrado o faltaba un médico responsable. Actualmente hay unos 4.000 adultos viviendo en geriátricos, entre los que solo se registró un caso de coronavirus.

Desde el inicio de la pandemia, las residencias para adultos mayores se presentaron como espacios donde extremar las medidas de prevención de contagios. “Por la condición psicofísica de los residentes, es dificultoso mantener el distanciamiento social recomendado en el contexto de la pandemia”, advierte el protocolo de respuesta inmediata ante casos sospechosos elaborado por el municipio.

Las necesidades propias de la atención de los adultos mayores hace más frecuente el contacto estrecho con sus cuidadores o entre los mismos residentes multiplicando la posibilidad de contagios. El alerta en estas residencias sonó en los primeros días de la pandemia, a principios de abril una enfermera del Hospital Geriátrico Provincial fue diagnosticada de Covid-19. Rápidamente, unos 36 residentes fueron aislados en el mismo pabellón del establecimiento de zona sur y lo mismo hicieron en sus hogares un número similar de profesionales. Ninguno presentó síntomas.

Hace 15 días, se volvió a activar el protocolo de coronavirus en un geriátrico del centro de la ciudad por el caso positivo de un hombre que iba a mudarse a la residencia. El paciente, estuvo aislado desde el momento en que el resultado fue positivo y fue internado en el Pami 1. Su pareja fue hisopada y dio negativo para la enfermedad.

Finalmente, el viernes el Hospital Geriátrico volvió a ser afectado por la pandemia. Ese día se supo que uno de los médicos que allí trabajan en Ayolas 141 dio positivo en el test para Covid-19 y quedaron bajo aislamiento unos 20 adultos mayores.

A mediados de abril, municipio y provincia acordaron visitar en forma conjunta a los establecimientos geriátricos. Las inspecciones, que aún continúan, tienen como objetivo verificar “en territorio” la realidad que indicaba la información disponible en los despachos oficiales. Así encontraron un primer problema: los papeles no siempre reflejaban lo que sucedía en aquellos espacios.

Los inspectores encontraron que el 25 por ciento de los establecimientos estaban funcionando sin haber completado los trámites de habilitación. Algunos eran pequeñas casas de familia que alojaban un número limitado de adultos mayores, pero también había emprendimientos con más plazas. En algunos casos la nómina de personal no estaba completa o un faltaba responsable médico.

De acuerdo a datos del municipio, existen en la ciudad 183 residencias para adultos mayores. En conjunto, estos establecimientos suman unas 5.020 plazas de alojamiento. Esas camas están ocupadas actualmente en un 82 por ciento.

“Las inspecciones a las residencias forman parte de una estrategia preventiva desplegada particularmente para el segmento de los adultos mayores. Los establecimientos están sujetos a un doble estándar de habilitación, por un lado el provincial con la mirada puesta en lo sanitario; por el otro la Municipalidad más atenta a la seguridad del local. En esta pandemia pudimos trabajar de manera conjunta y ajustar todos estos requisitos a los protocolos necesarios para la prevención del coronavirus”, destacó el secretario de Gobierno del municipio, Gustavo Zignago, y aclaró que actualmente las residencias que no tienen su habilitación en regla tienen “suspendida” o “restringida” la actividad.

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