Un buque lleno de refugiados agudiza la crisis política en Italia

La prohibición de desembarco de 147 personas que permanecen a bordo del barco Open Arms frente al puerto de Lampedusa, dividió al gobierno italiano, al punto que el premier Giuseppe Conte criticó la “deslealtad” del vicepremier Matteo Salvini por rechazar la ayuda a los más de 30 menores presentes entre los náufragos. Conte también agregó que cinco países europeos se mostraron dispuestos a recibir a los refugiados si Italia les permite desembarcar. Salvini es el verdadero hombre fuerte del gobierno y titular del Ministerio del Interior, además de líder de la Liga. El Ejecutivo italiano está en medio de una crisis, desatada por Salvini, que propuso una moción de censura contra Conte en el Parlamento.

“Hablar como ministro del Interior y alterar una posición clara de tu presidente, escrita negro sobre blanco, es un claro ejemplo de colaboración desleal, la enésima a decir verdad, que no puedo aceptar”, criticó Conte a Salvini en una carta difundida por Facebook.

“Cuando me critica la obsesión por los puertos cerrados, se lo confirmo: tengo una obsesión, la seguridad de los ciudadanos. No me pagan por ser un alma bella, sino por defender la seguridad”, respondió Salvini momentos después, al confirmar que mantendrá el rechazo al desembarco de las personas que aguardan frente a la isla del sur italiano.

“Estamos a una milla de Lampedusa, pero todavía no tenemos permiso ni para desembarcar ni para entrar en el puerto”, dijo Laura Lanuza, vocera de la ONG española que es dueña del buque. La vocera explicó que “se ha vuelto a solicitar formalmente el permiso de desembarco y que suba un equipo médico y psicológico para detectar si hay algún caso que se deba evacuar”. “Estamos presionando porque el estado de todas las personas está muy al límite”, subrayó.

Un equipo formado por miembros de la Guardia de Finanzas, Guardia costera italiana y médicos forenses abordaron el barco “para revisar a los 147 náufragos y chequear toda la documentación”, indicó Lanuza. Según el diario Repubblica, los médicos constataron que las condiciones sanitarias a bordo son “pésimas”

Mientras la polémica dividía al gobierno de Roma, Conte anunció que Francia, Alemania, Portugal, España y Luxemburgo se mostraron disponibles a aceptar a parte de las personas si son desembarcadas. “Una vez más mis homólogos europeos nos tienden la mano”; aseveró Conte.

La acusación de Conte, defensor de la opción a que los menores desembarquen en el país, se dio horas después de que Salvini reiterara su negativa al desembarco de los refugiados, pese al pedido de la ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, para actuar con “humanidad”.

El contrapunto en las máximas esferas del gobierno italiano se inscribe en el contexto de la crisis en la coalición delEjecutivo, entre la Liga de Salvini y el Movimiento Cinco Estrellas de Trenta y el otro vicepremier, Luigi Di Maio, que podría terminar la semana próxima si avanza la moción de censura contra Conte promovida por el titular de Interior. Esto llevaría a elecciones adelantadas, que Salvini está seguro de ganar.

“La ministra de Defensa no firmó la prohibición de desembarco. Humanidad no significa ayudar a traficantes y a ONGs”, planteó Salvini.

Un tribunal italiano anuló el miércoles un decreto gubernamental que prohibía el ingreso a aguas de Italia de aquellos barcos que trasladan a emigrantes o náufragos rescatados en el mar y dio luz verde a que el Open Arms se dirigiera al puerto de Lampedusa, una isla al sur de Sicilia. Apenas conocida la decisión judicial, Trenta dispuso que dos naves militares escoltaran al Open Arms, que lleva 14 días en alta mar, hacia el puerto italiano, pero luego Salvini firmó un segundo procedimiento para rechazar la llegada del buque.

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