Trump prometió plantar un billón de árboles y Greta Thunberg lo criticó

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió a plantar un billón de árboles para contrarrestar el impacto de la emisión de gases de efecto invernadero, pero una vez más fue cruzado por la joven activista sueca Greta Thunberg, quien dijo que eso «ni de lejos se acerca a lo que hay que hacer».

El escenario del nuevo cruce fue el Foro Económico Mundial que se realiza en Davos, Suiza.

Trump arremetió contra los «pesimistas» sobre el clima y pidió a los asistentes a Davos que rechacen a los «profetas de la fatalidad», en un claro mensaje a Thunberg y a quienes como ella alertan de esta emergencia.

En su opinión, quienes promulgan ese mensaje son los «alarmistas» que siempre buscan «lo mismo».

«Nunca dejaremos a los radicales socialistas destruir nuestra economía o erradicar nuestra libertad», dijo el mandatario estadounidense en un discurso en el que también presumió de que su país tiene en este momento el «aire más limpio de los últimos cuarenta años».

Pero la crítica de Thunberg no tardó en llegar: «Plantar árboles está bien pero ni de lejos se acerca a lo que es necesario hacer», dijo la adolescente de 17 años, para quien no se trata ya de reducir las emisiones de carbono, sino acabar con ellas para siempre si se pretende lograr el objetivo de París de que la temperatura del planeta no suba más de 1,5 grados.

Sueño americano

El modelo económico, fiscal y comercial «para el siglo XXI» que ha puesto en marcha durante los tres últimos años Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha permitido la vuelta «más fuerte que nunca» del sueño americano y representa un modelo de sistema «que funciona» y que servirá de ejemplo a otros países, según afirmó el inquilino de la Casa Blanca durante su intervención en el Foro Económico Mundial.

Trump, que ha acudido a Davos por segundo año consecutivo y coincidiendo con el tercer aniversario de su mandato, ha defendido en su discurso que la economía estadounidense languidecía antes de su elección, con la pérdida de centenares de miles de empleos en el sector manufacturero y el estancamiento de los salarios, lo que había provocado «el hundimiento de la clase media» y que la gente perdiera la fe en el sistema.

«El sueño americano ha vuelto más fuerte que nunca», ha afirmado el presidente estadounidense al hacer balance de sus tres primeros años en la Casa Blanca, asegurando que el eje alrededor del que giran sus políticas es garantizar que los ciudadanos logran los mayores beneficios. «Nuestros ciudadanos primero», ha resumido.

«Ahora, Estados Unidos es con diferencia la economía más fuerte del mundo», ha subrayado Trump, quien no se ha olvidado de sus diferencias con la Reserva Federal de EEUU, el banco central estadounidense, al que ha vuelto a acusar de bajar demasiado despacio los tipos de interés y advirtiendo de que EEUU tiene que competir con países con tipos de interés negativos.

En este sentido, ha presumido de que los datos de empleo bajo su mandato, con la tasa de paro en mínimos de los últimos 50 años, así como los recientes acuerdos comerciales o el efecto de la rebaja fiscal implementada, corroboran la eficacia del plan para «la gran vuelta de Estados Unidos», que presentó como eje de su Administración hace tres años.

«Estos acuerdos representan un nuevo modelo de comercio para el siglo XXI al colocar en primer lugar a los trabajadores y las familias», ha señalado Trump en referencia a la firma de la primera fase del tratado comercial con China la semana pasada, así como al nuevo acuerdo suscrito con México y Canadá, que reemplaza «al desastroso NAFTA», mientras que ha expresado su deseo de «negociar un nuevo acuerdo comercial con Reino Unido».

Asimismo, Trump reiteró que la actual relación entre EEUU y China «probablemente nunca haya sido mejor que en la actualidad» y expresando la amistad que le une con el presidente chino, Xi Jinping, después de que Pekín haya accedido a impulsar sus compras de productos y servicios estadounidenses por un importe superior a los 200.000 millones de dólares, que podría ser «más cerca de los 300.000 millones de dólares».

Por otro lado, como parte del balance de su mandato, Trump destacó que EEUU ha alcanzado la completa independencia energética y ha añadido que esto permite al país no necesitar importar energía de otros países, mientras que los socios en Europa de EEUU «no serán vulnerables ante proveedores que no son de confianza».

«En EEUU estamos construyendo una economía que funciona para todos. El modelo americano es un ejemplo de sistema que funciona y que produce la mayoría de beneficios para la mayoría de la gente», concluyó Trump.

evento. Trump en su encuentro ayer con la presidenta del Consejo Federal suizo, Simonetta Sommaruga..

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