Se entregó un joven que era buscado por el crimen de un chico de 12 años.

Un joven de 23 años quedó detenido ayer bajo la sospecha de haber asesinado a Lucas Mariano Varela, un chico de 12 años que vivía en la zona sudoeste de la ciudad y que recibió un tiro en el cráneo cuando al menos un delincuente llegó hasta su casa para atacar a su papá, quien también resultó herido.

Lucas vivía con sus padres y una hermanita en Mapic al 6200 (Rouillón al 6200) hacía unos seis meses después de mudarse desde el barrio Ludueña. El sábado 26 de abril, poco después de las 19, un hombre llegó hasta ese lugar a bordo de una moto Honda Titán, bajó del rodado y por su nombre llamó a Pedro Gustavo, de 49 años y padre de Lucas.

Ante el llamado, Pedro respondió con un «si» desde el interior y se asomó a la puerta. Detrás de él lo hizo su hijo. Entonces el motociclista, quien cubría su cabeza con un casco, extrajo un arma de una mochila y apuntó al dueño de casa. Pedro se abalanzó sobre el recién llegado para protegerse y se trabó en un forcejeo con él. En esas circunstancias hubo un disparo y el proyectil perforó la cabeza de Lucas, que cayó desvanecido a la vereda.

Eso llevó a Pedro a abandonar el forcejeó con su oponente para asistir a su hijo. Pero cuando estaba arrodillado y pidiendo que llamaran a una ambulancia, el maleante efectuó un segundo disparo que alcanzó al hombre en el costado derecho del tórax. Entonces el recién llegado se subió a la moto en la que había llegado y se dio a la fuga dejándolo derrumbado junto al menor.

Padre e hijo fueron trasladados en un vehículo particular hasta el Hospital de Emergencias donde quedaron internados. El niño, en estado gravísimo, finalmente murió el mediodía del domingo. En tanto su padre solicitó ser dado de alta para poder estar con el resto de su familia y darle el último adiós al menor.

La noticia no tardó en repercutir en la zona de Túpac Amaru y Campbell, donde supo vivir Lucas con su familia antes de llegar a La Lagunita y donde también reside el muchacho apresado con sus parientes.

La investigación del hecho quedó en manos del fiscal Ademar Bianchini, quien encargó a la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) al mando del comisario Diego Sánchez el trabajo de identificar al presunto autor del hecho y las motivaciones del mismo.

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