SE DECLARARON CIUDADANOS ILUSTRES POST MORTEM A TRES INTEGRANTES DE LA CONSTRUCTORA CANDIA

Se trata de dos constructores y un arquitecto de la misma familia, quienes configuraron el perfil edilicio de Rosario entre 1890 y 1971.

En un emotivo acto que se realizó en el Recinto de Sesiones, el viernes 8 de julio se reconoció como Ciudadanos Ilustres post mortem a Rafael Candia; Ángel María Candia y a Rafael Carlos Candia, integrantes de una familia de constructores y arquitectos que marcaron una huella en la historia urbanística de Rosario.

La jornada contó con la presencia de la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck; y las concejalas: Susana Rueda, de Rosario Progresista, autora de la iniciativa; Mónica Ferrero y Verónica Irizar, del bloque Socialista; el edil Fabrizio Fiatti, de Arriba Rosario y el secretario administrativo del Palacio Vasallo, Mariano Roca.  

Al comienzo, se proyectó un video con imágenes a modo de recorrido histórico del trabajo desarrollado en la ciudad. Seguidamente, tomó la palabra Rueda y agregó, en detalle, información y datos de la tradición familiar y profesional de los homenajeados.

“Montones de edificios de Rosario, tienen la huella de los Candia”

Susana rueda

Entrega de los diplomas

Posteriormente, se entregaron las copias del decreto y los diplomas junto a una placa alusiva. Susana Candia recibió los atributos en representación de su bisabuelo: Rafael; María Angélica Maronna lo hizo por su abuelo: Ángel María Candia y por Rafael Carlos Candia, su hijo el arquitecto Carlos Candia.

Este último aprovechó para agradecer a la impulsora del acto y al Concejo por permitir su realización. También destacó la presencia de todos y la importancia de quienes trabajan en la construcción. “Hay que pensar en ese montón de personas que dejan la vida en las obras”, cerró.

Tres generaciones de constructores

Rafael Candia fue declarado Ciudadano Ilustre post morten “por ser el fundador de la empresa constructora Candia, que a través de generaciones de constructores, impulsaron parte de lo que hoy se conoce como el perfil arquitectónico de carácter histórico de la ciudad”.

El mismo reconocimiento lo recibió el fallecido Ángel María Rafael Candia, segunda generación de constructores de la empresa, en reconocimiento a su visión para consolidar y profesionalizar la misma, quien junto a Armando Delannoy realizó obras emblemáticas del conjunto de bienes de valor patrimonial de Rosario.

Por último, también fue homenajeado como Ciudadano Ilustre post mortem, el arquitecto Rafael Carlos Candia, última generación de constructores de la firma y primer profesional universitario de la familia, quien hasta el año 1971 afianzó junto a su padre la trayectoria de la empresa y posteriormente recopiló, catalogó y guardó el archivo de la empresa, donado recientemente por el arquitecto Carlos Candia y su familia al Museo de la Ciudad de Rosario, para su preservación y difusión.

Entre las argumentaciones de la declaración, se remarcó “el perfil arquitectónico de Rosario que tuvo la empresa constructora, la reciente donación del archivo y la investigación realizada en la Facultad de Arquitectura de la UNR sobre su vasta trayectoria”.

Según afirmó Rueda, la empresa “incluyó a tres generaciones de constructores entre 1890 y 1971 y edificó más de un millón de metros cuadrados en nuestra ciudad, entre los que se encuentran algunos de los inmuebles de más alto valor patrimonial de Rosario”.

“La obra de la empresa Candia, a través de las generaciones que la construyeron, describe el perfil edilicio de la ciudad y revela el ejido urbano del entramado histórico que configuró la zona central de Rosario durante casi un siglo”, expresó la concejala de Rosario Progresista.

También destacó que “la visibilidad y el justo reconocimiento del patrimonio histórico y cultural local, de sus creadores y sus obras es deber del Estado, de las instituciones y de toda la ciudadanía para contribuir a preservarlos del olvido y la destrucción”.

Familia de constructores

Rafael Candia nació en Italia y llegó a Rosario en 1890. En aquel momento, la ciudad se configurada como polo de desarrollo industria. Fue el precursor de la empresa, ejecutó obras como la residencia de Waldino Basualdo (Palacio Basualdo), ubicada en el sector próximo al Rosedal y luego demolida; la Farmacia y Droguería del Águila, en San Martín 850, construido en 1895 y demolida en 1954; La Inmobiliaria, en la esquina sudoeste de Córdoba y Corrientes, frente a la Bolsa de Comercio, y la sede del Jockey Club, Maipú 801, su última obra, entre otras.

En el esplendor constructivo que inició fue secundado desde 1905 por su hijo Ángel María Rafael Candia, quien impulsó la empresa a su máximo prestigio. Según la investigación del equipo curatorial dirigida por los arquitectos César Altuzarra y Nora Díaz, desde la Facultad de Arquitectura de la UNR “asociaciones diversas permiten incorporar profesionalismo a la tarea, se suma el ingeniero Carlos Isella, luego Armando Delannoy como protagonista central de una prolífica producción de proyectos que la empresa ejecuta”.

Entre otras obras emblemáticas de este período se destacan la edificación neoclásica de La Favorita, de 1929, en Córdoba y Sarmiento; el Palacio Minetti; el Banco Monserrat; las oficinas comerciales de la Sociedad de Electricidad de Rosario (hoy edificio de la Empresa Provincial de la Energía); el ex cine Heraldo (peatonal San Martín y Rioja) o el Banco Popular de Rosario (hoy sede de la Anses, en Sarmiento y Rioja).

Candia & Cia diseñó y construyó en 1956 una de las obras modernas más emblemáticas de la región: la Galería Rosario.

Susana Rueda

El último tramo de consolidación de la empresa quedó en manos del arquitecto Rafael Carlos Candia, primer profesional universitario de la familia, quien hasta el año 1971 afianzó junto a su padre la trayectoria, abordando la producción, promoción y venta de inmuebles.  

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