Raffaella Carra . La diva italiana falleció a los 78 años.

La cantante, actriz y presentadora italiana Raffaella Carrà murió este lunes a los 78 años.

La noticia la dio el que fuera su pareja Sergio Japino, que ha señalado en un mensaje: “Raffaella nos ha dejado, nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre”, según las mismas informaciones.

Con su fallecimiento Italia y el resto del mundo pierde una de las grandes estrellas del país autora de grandes éxitos como “A far l’amore comincia tu”, “Hay que venir al sur”, “Tanti Auguri” o “Caliente, caliente”.

“La suya es una fuerza imparable, que la ha impuesto en la cima del sistema estelar mundial, una voluntad de hierro que nunca la ha abandonado hasta el último momento, asegurándose de que nada de su profundo sufrimiento se filtrara. Un gesto más de amor hacia su público y hacia quienes compartían su afecto, para que su calvario personal no perturbara su brillante recuerdo“

Aún no se sabe cuándo ni dónde se llevará a cabo el funeral. Por otro lado, Iapino comunicó que “en sus últimas disposiciones, Raffaella pidió un simple ataúd de madera sin terminar y una urna para contener sus cenizas. En la hora más triste, siempre única e inimitable, como su risa abrumadora. Y así todos queremos recordarla”.

El mensaje de Raffaella nunca tuvo límites: la libertad, la homosexualidad y el amor libre formaron parte de su repertorio alegre y bailable, con momentos inolvidables como el ombligo mostrado durante Canzonissima hasta “A far l’amore comincia tu”, desde “Tanti auguri” al provocador baile “Tuca Tuca”. El diario británico The Guardian la definió como la “estrella del pop italiano que enseñó a Europa el placer del sexo”.

“Por supuesto, las mujeres italianas me tienen una gran simpatía porque no soy una devoradora de hombres: puedes tener atractivo sexual junto con dulzura e ironía, no hace falta ser Rita Hayworth”, dijo en la última entrevista con “7”, la revista Corriere della Sera, en diciembre del año pasado.

“He tenido y tengo mucho miedo. No salgo y por eso este 2020 se ha convertido en un año sabático. El 31 de diciembre hay que romper todo. Lo haré en privado en mi terraza, a costa de llamar al albañil al día siguiente”. Y concluyó: “En poco tiempo me vi dos veces en las noticias. Me dije a mí misma: oh Dios mío, qué pasó. También pensé: la tercera vez dirán que estoy muerta. Y toqué hierro”.

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