Racing dio vuelta un partidazo frente a Corinthians y se clasificó por primera vez a la final de la Copa Sudamericana

Racing derrotó por 2 a 1 a Corinthians en Avellaneda, por el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana y clasificó por primera vez en su historia a la gran final del torneo continental. Con un partido increíble de Juanfer Quintero, que metió un doblete y fue la figura del encuentro, la Academia ganó la serie frente a los brasileños (habían igualado 2-2 en San Pablo) y jugará, luego de 32 años, el partido definitorio contra Cruzeiro, en Asunción, Paraguay.

Y si la Academia de Gustavo Costas vivió una noche de ensueño en Avellaneda, fue pura responsabilidad del colombiano Juan Fernando Quintero. El exjugador de River volvió a tener el nivel de crack mundial que supo demostrar desde su arribo a la Argentina, y sacó todo su repertorio en este partido para llevar a la final al conjunto de Avellaneda.

¡La Academia! @RacingClub es finalista de la CONMEBOL #Sudamericana.

Vuelve a jugar una final internacional tras 32 años. pic.twitter.com/ZvOp7cWdEx— CONMEBOL Sudamericana (@Sudamericana) November 1, 2024

Claro, el local debió sufrir en el arranque del partido. Tras un recibimiento histórico de los fanáticos de Racing en el Cilindro, con bengalas y fuegos artificiales, el encuentro comenzó complicado para la Academia. En una de las primeras jugadas, la estrella neerlandesa Memphis Depay apareció con un pase magistral para Yuri Alberto, la figura del encuentro de ida, para entrar al área y definir cruzado ante la salida del arquero Gabriel Arias. Un baldazo de agua fría para los de blanco y celeste.

El cachetazo del comienzo golpeó al conjunto de Avellaneda, que casi queda KO tras una chance perdida por el argentino Rodrigo Garro que quedó mano a mano con Arias, y el argentino-chileno tapó milagrosamente. El local parecía caído, pero en una jugada aislada apareció su superhéroe: Quintero.

El colombiano facturó con un zurdazo inatajable de penal (Maxi Salas había desbordado al defensor José Martínez, quien barrió en busca de bloquear y se llevó el balón con el brazo izquierdo); y luego apareció con un pique infernal, propio de sus mejores épocas: Maravilla Martínez peinó un bochazo, encontró mal parada a la defensa visitante, y el nacido en Medellín no perdonó. La locura en Avellaneda se desató tras el doblete de Juanfer, que dio vuelta un partido increíble.

El segundo tiempo fue puro nerviosismo y entrega. El equipo del argentino Ramón Díaz fue con más energía que idea a buscar un empate que nunca llegó. La Academia, parada de contra, se entregó a la magia de Juanfer Quintero que, cuando salió a los 20′ del complemento, su equipo sintió una merma. A partir de ese momento, el local fue pura fuerza de voluntad para lograr una clasificación histórica a la final.

La Academia no jugaba una final internacional desde 1992 cuando cayó frente a Cruzeiro por la Supercopa, justamente el mismo rival que enfrentará en el partido decisivo en la Copa Sudamericana. El próximo sábado 23 de noviembre en el El Estadio General Pablo Rojas (45.000 espectadores), conocido como La Nueva Olla, en Asunción, Paraguay será el gran partido.

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