Por violentos asaltos a mano armada y en moto lo condenaron a 25 años de prisión

Lucas Contreras, un joven de 26 años conocido como “Palomero”, estaba acusado de cinco hechos cometidos en un lapso de ocho meses hasta que fue detenido en 2015. Todos los casos ocurrieron en Villa Gobernador Gálvez y con un denominador común: atracos en moto en los que el autor actuó encapuchado y con cómplices que hasta ahora no fueron identificados. Entre esos delitos había un homicidio, un intento y robos a mano armada cometidos en moto, acusaciones que afrontó en un juicio que terminó días atrás con una condena a 25 años de prisión.

El tribunal oral conformado por los jueces Paula Alvarez, Rafael Coria y Gustavo Pérez Urrechu lo sentenció a 23 años por una tentativa de homicidio calificado por alevosía, robos y portación de arma, delitos comprobados en tres de esos episodios. En cambio, lo absolvieron por el beneficio de la duda de otros dos atracos y un homicidio críminis causa, acusación que podría haberle significado una sentencia a prisión perpetua. Como Palomero tenía pendiente una condena a tres años de prisión condicional por un hecho de robo, la pena se unificó en 25 años.

Insuficiente

La acusación más grave que afrontó Palomero fue el crimen de Agustín Acosta, ocurrido la noche del 16 de agosto de 2014 en Fornieles y San Juan de Villa Gobernador Gálvez. Según la acusación, Contreras y otro joven circulaban en moto cuando le dispararon a la víctima, que también iba en moto, para luego robarle su vehículo.

Esa mecánica del hecho le valió al acusado una imputación de homicidio críminis causa, que es cuando se mata para lograr la impunidad de otro delito, en este caso el robo, y que prevé una pena de prisión perpetua. Sin embargo, el tribunal no encontró suficientemente acreditada la participación de Contreras en el crimen, por lo que decidió absolverlo por el beneficio de la duda.

Tampoco fueron suficientes las pruebas para culparlo de un intento de homicidio de Franco Ezequiel L., ocurrido el 8 de abril de 2015 a las 21 en inmediaciones de Lisandro de la Torre y Chile. Contreras estaba acusado de interceptar a la víctima, que caminaba por la calle, y exigirle a punta de pistola sus pertenencias.

Pero el joven comenzó a correr, por lo que el asaltante lo hizo caer al piso luego de dispararle y luego se acercó, volvió a tirar y le pegó una patada. Sin embargo, los gritos y estampidas alertaron a los vecinos que comenzaron a salir a la calle y el violento asaltante tuvo que escapar sin poder concretar el robo.

Comprobado

En tanto, fueron tres los episodios por los cuales Palomero fue condenado. El primero ocurrió el 22 de septiembre de 2014 en Piazza al 500 cuando Contreras abordó desde una moto —en compañía de una mujer hasta ahora no identificada— a Rubén M. para exigirle sus pertenencias. El hombre comenzó a correr y el ladrón le disparó por la espalda.

La víctima cayó al piso y Palomero se acercó, le sustrajo sus cosas y volvió a dispararle, en este caso en el rostro, lo que provocó la pérdida de la visión del ojo izquierdo y heridas que pusieron en riesgo su vida. Sin embargo, la víctima sobrevivió al ataque y durante el juicio apuntó a Contreras como su agresor.

Otro episodio que se consideró probado se registró a las 23.30 del 16 de marzo de 2015 en Julio A. Roca al 100 cuando Contreras y otros dos hombres le robaron celulares y otros objetos a un grupo de personas. En ese marco Palomero disparó y una bala alcanzó en la cabeza a Mirko S., quien sufrió una lesión que también significó riesgo para su vida.

El último episodio en el que se consideró probada la participación de Contreras ocurrió el 16 de abril de 2015 en General López y Mendoza, cuando a punta de pistola le robó su vehículo a otra personas que también se trasladaba en una moto, para luego darse a la fuga.

Sentencia

Al término del juicio oral iniciado el pasado 14 de agosto el tribunal condenó a Contreras por los delitos de homicidio calificado por alevosía en grado de tentativa, hurto y portación de arma de fuego de uso civil, todo en concurso real; robo calificado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada, robo doblemente calificado por uso de arma de fuego y por la entidad de las lesiones ocasionadas en calidad de autor en concurso real con portación de arma de fuego de uso civil.

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