«Mujercitas», la batalla aún vigente de las mujeres por sus derechos

La clásica novela “Mujercitas”, escrita por Louisa May Alcott en 1868, llega hoy a los cines en una adaptación combativa y feminista de la mano de Greta Gerwig. El filme recibió 6 nominaciones a los Oscar incluyendo mejor película, actriz (Saoirse Ronan), actriz de reparto (Florence Pugh), guión adaptado (Greta Gerwing), diseño de vestuario y banda sonora. Sin embargo, la Academia no nominó a Gerwing en el rubro dirección, lo cual ha generado múltiples críticas por parte de distintos sectores, tras considerarla una exclusión injusta.

   Greta Gerwig pasó años actuando y escribiendo guiones antes de dar el salto a la dirección, en la que supone una de las carreras recientes más celebradas de Hollywood. Primero con “Lady Bird” y ahora con “Mujercitas”, ambas protagonizadas por Saoirse Ronan.

   La historia de este clásico, que ya tuvo varias versiones cinematográficas, entre ellas las que protagonizaron Katharine Hepburn en 1933 y Winona Ryder en 1994, se centra en las vivencias de las hermanas March: Meg (Emma Watson), Beth (Eliza Scalen), Jo (Saoirse Ronan) y Amy (Florence Pugh), quienes viven en Estados Unidos, post guerra civil. Las cuatro hermanas, guiadas por su madre (Laura Dern) y respaldadas por la fortuna de su tía March (Meryl Streep), atravesarán los cambios y obstáculos de crecer y encontrar su lugar en el mundo.

   “Es un libro con el que crecí. Gracias a él quise convertirme en escritora y crear historias. Cuando lo volví a leer como adulta, sobre los treinta años, me sorprendió lo moderno que era al hablar de temas como la pertenencia, el arte y la ambición, el dinero y las mujeres. Es una historia adelantada a su tiempo, y en la actualidad nosotros estamos un poco retrasados al nuestro. Las protagonistas son feministas porque son mujeres completas, y no clichés ni objetos”, dijo Gerwig a El Periódico.

    El feminismo que plantea la historia no es didáctico ni tampoco exclusivista. “No establece diferentes jerarquías, sino que las elimina. En el libro hay buenos hombres y buenas mujeres. Su visión de la igualdad y del matrimonio son muy osadas. Por ejemplo, el personaje de Laurie se siente libre cuando está en casa de las March, rompiendo las barreras de la masculinidad. No se sabe si quiere ser hermano, hermana o marido”, sostuvo la directora.

   Con respecto a las protagonistas, la realizadora destacó: “Desde el momento en el que Meryl Streep quiso estar en la película, todo el mundo se apuntó al proyecto. Es lo que pasa siempre con Meryl (risas). A Emma Watson la admiraba por su inteligencia y sensibilidad, por su trabajo como actriz y como activista. A Florence Pugh la vi en ?Lady Macbeth? y a Eliza Scanlen en la serie ?Heridas abiertas”.

   El libro de Alcott funciona como catálogo de cuatro modelos de feminidad diferentes con el que sus lectoras podían identificarse. Gerwig siempre se reconoció en Jo March, modelo prefeminista que ya inspiró a personalidades tan dispares como Simone de Beauvoir, Hillary Clinton o Patti Smith. “Jo quería ser escritora, como yo. Y tenía mal carácter, como yo. No sé si ya me parecía a ella y por eso me gustó tanto, o si me esforcé en parecerme a ella hasta que lo logré”, dijo Gerwig a El País.

   Pese a sus tics de modernidad, la película es más fiel al original de lo que aparenta. Gerwig calcula que más del 80 por ciento de sus diálogos son idénticos a los del libro, lo que no excluye que sean los cambios los que saltan a la vista. La directora ha desordenado voluntariamente la estructura cronológica del libro a través de numerosos flashbacks que permiten comparar pasado y presente.

   Volver a llevar la novela a la gran pantalla tras un sinfín de adaptaciones era un proyecto largamente acariciado por Gerwig. “Al principio me contrataron solo para escribir el guión. Les pedí que también me dejaran dirigirlo, pero no había rodado nada. Y los estudios no tienen costumbre de dar películas grandes a novatos”, sostuvo Gerwig. Pero todo cambió tras su exitoso debut como directora en “Lady Bird”, una crónica de su adolescencia en la ciudad californiana de Sacramento. De repente, contaba con un presupuesto de 40 millones de dólares y un reparto formado por estrellas como Saoirse Ronan, Emma Watson, Timothée Chalamet, Laura Dern o Meryl Streep, que interpreta a la agriada tía March.

   “Se han dado cuenta de que las películas dirigidas por mujeres funcionan económicamente, como “Wonder Woman” o “Estafadoras de Wall Street”, opinó la directora. Gerwig no quiso rodar una película destinada sólo a las mujeres. “Una de las cosas que me gusta del libro de Alcott y de su feminismo es que no son excluyentes. Ve el feminismo como un cambio con el que hombres y mujeres salen ganando”, dijo.

   En cierto modo, esta película también le sirvió a la directora como una reflexión propia acerca de la creación y el proceso literario. “Quería investigar en la figura de la escritora a través de la estructura y a través de la propia Jo March. Y a partir de ella, encontrarme a mí misma como autora. En el fondo, se trata de reivindicar a Louisa May Alcott y a mí misma y cómo ambas nos miramos en el reflejo de Jo para expresarnos. Por otro lado, quería hablar sobre el lugar que ocupan las mujeres dentro de los relatos y de la historia de amor entre una chica y un libro, que no es el típico romance convencional”, expresó.

   Gerwig también incorpora una reflexión sobre la obligación moral del final feliz, que sigue vigente casi dos siglos después. “Quise darle un final que le hubiera gustado a Louisa. En el fondo, he contado una historia de amor entre una chica y su libro”, concluyó la cineasta.

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