Legisladoras piden informes sobre la situación del Instituto Maiztegui

La diputada provincial y ex ministra de Salud de la provincia, Silvia Simoncini, presentó dos proyectos vinculados a la situación que atraviesa el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, “Dr. Julio I. Maiztegui”, emplazado en Pergamino. La legisladora se sumó así a la preocupación que manifestaron otros dirigentes que siguen de cerca las instancias del proceso de desfinanciamiento que llevó a la suspensión de la producción de vacunas contra la fiebre hemorrágica argentina (FMA) y que el personal afectado del instituto denunció oportunamente.

Por un lado, Simoncini, quien también se desempeñó como subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos del Ministerio de Salud de la Nación, expresó su preocupación ante el hecho de que el Instituto dejó de fabricar vacunas contra la FHA, que se encuentra incluida en el calendario nacional de vacunas desde 2007, por insuficiencia de partidas presupuestarias asignadas por el gobierno nacional a dicho instituto. Por otra parte, encomendó al Ejecutivo provincial que realice las gestiones ante Nación con el propósito de requerir información actualizada sobre la provisión y el stock de la vacuna y se remita junto a los datos provinciales a la Cámara que integra.

Específicamente solicitó informe sobre cuáles son las razones que llevaron a limitar las funciones del instituto; cuál es el presupuesto asignado y el ejecutado hasta el momento; qué cantidad de personal poseía en diciembre de 2015 y cuál es la dotación actual; cuáles fueron los motivos por los que se decidió la mengua de personal; qué cantidad de vacunas contra la FHA fueron producidas en 2015, 2016, 2017, 2018 y durante el año en curso; la morbimortalidad por FHA en Santa Fe en los últimos cuatro años; la población considerada expuesta a la FHA en nuestra provincia y cuál es el stock oficial de vacunas en la actualidad y reclamos efectuados por el Estado provincial ante el Ejecutivo nacional.

“La reducción de la transferencia de fondos de la administración nacional al Maiztegui pone en peligro el programa de prevención de la FHA. El centro pertenece a la red de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud, dependiente del otrora Ministerio de Salud, hoy Secretaría y los profesionales del Instituto ya advirtieron sobre la falta de partidas presupuestarias que pone en riesgo la provisión de las vacunas”, indicó Simoncini.

Por último, aseguró que “profesionales que tienen conocimiento del costo que significa producir una vacuna califican el presupuesto nacional para el Instituto de ‘irrisorio’, y eso mismo manifiestan todos sus trabajadores. No podemos permitir que la producción de la vacuna sea discontinuada, poniendo en riesgo la vida de muchos argentinos”, concluyó la ex ministra de Salud.

Por su parte, la senadora Nacional por Santa Fe, María de los Angeles Sacnun, solicitó al Ejecutivo nacional, que explique las razones que llevaron a limitar las funciones del Maiztegui. En un contexto de notoria situación de escasez de vacunas en todo el territorio nacional, solicitó un detalle de la cantidad de vacunas contra la FHA en los últimos años.

“Esta vacuna es considerada una vacuna huérfana por no existir en ningún otro lugar del mundo y con una población expuesta aproximada de cinco millones de personas resulta indiscutible que el Estado debe hacerse cargo sostenidamente de su producción”, sostuvo.

En este sentido, señaló que “es importante recordar que el Instituto llegó a contar con 105 cargos laborales y en la actualidad sólo quedan 73 personas, ya que los jubilados no fueron reemplazados, evidenciando que el ajuste en el mismo, realmente superó todas las condiciones posibles de garantizar la capacidad necesaria para producir las vacunas”.

La Fiebre Hemorrágica argentina es una enfermedad viral zoonótica y considerada endémica de la pampa húmeda argentina, comprometiendo las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, con una población en riesgo estimada en 5 millones de personas. El vector es un muy pequeño roedor, conocido localmente como laucha manchada, laucha del maíz y más comúnmente ratón maicero, que sufre infección crónica asintomática y disemina el virus a través de su saliva, orina, sangre y heces.

El tratamiento efectivo consiste en la trasfusión de plasma inmune proveniente de pacientes recuperados de la enfermedad. Suministrado el plasma antes de las complicaciones, es extremadamente efectivo y reduce la mortalidad al 1 por ciento. Sin tratamiento la mortalidad es de 30 por ciento. La vacuna está en el calendario nacional desde 2007 y todo habitante mayor de 15 años y menor de 65, que viva en la región endémica debe colocársela para estar debidamente protegido.

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