Las nuevas restricciones tuvieron un acatamiento alto.
Rosario inició anoche un nuevo periodo de restricciones, menos severas que las de marzo pasado, pero con el mismo efecto: la marcada disminución de circulación de vehículos y personas en las calles.
Según el decreto firmado por el gobernador Omar Perotti, desde este viernes está prohibida la circulación en autos y en motos desde las 0 y hasta las 6, los comercios debieron cerrar a las 19 y los bares y restaurantes a las 23, lo que hizo que Pellegrini y Pichincha, donde se concentra la actividad nocturna los fines de semana, a la medianoche lucieran casi desiertos, ya que el aforo en los locales gastronómicos era del 30%, algo que hace que a simple vista pierdan el ambiente animado que los caracteriza los fines de semana.
La Municipalidad de Rosario, con la asistencia de las fuerzas de seguridad, montó un amplio operativo de control para hacer que se cumplan las nuevas medidas sanitarias. Hubo 15 puestos fijos, ubicados en puntos estratégicos de la ciudad, y otros tres dinámicos. El plan era cubrir tanto como fuera posible la amplia superficie del municipio y para eso se ocuparon unos 150 agentes municipales que trabajaron durante la madrugada. La primera noche fue tranquila, con una respuesta positiva de parte de los rosarinos.