La Copa que aún no terminó

Amigos. Dani Alves, eje de la polémica por el penal a Agüero, le dedicó un gran agradecimiento a Messi
La gran polémica del clásico Brasil 2-Argentina 0 continúa y continuará. Aún no hay respuestas oficiales de la Conmebol a la dura carta que le envió el presidente de la AFA, Claudio Tapia. Nadie explica lo inexplicable y la entidad madre del fútbol sudamericano sólo se apuró (es una forma de decir), el día después del bochorno, a pasar una imagen de TV recortada del pisotón de Sergio Agüero a Dani Alves, pero sólo de la rodilla para abajo, sin mostrar lo que parece: que es producto del empujón del brasileño y no al revés, y que el Kun nunca podría haberlo hecho adrede porque venía observando a Lionel Messi, que intentó asistirlo. El escándalo continuó y hasta la designación del árbitro de la final es un coletazo: ¿sino por qué no se eligió al mejor hoy del Continente, el argentino Néstor Pitana, para dirigir a la selección local ante Perú? En el medio, la selección de Lionel Scaloni, que seguirá hasta diciembre, se apresta a jugar con todo el 3º puesto de mañana ante Chile.
El día de la selección fue pasado por agua ayer, en su última estadía en el país vecino en San Pablo. Llovió mucho y se suspendió la práctica en el Pacaembú, por lo que hizo trabajos en el gimnasio del hotel. Poco para intuir cuál va a ser el equipo para mañana. Igual, Scaloni tiene el día de hoy y probablemente lo confirme en rueda de prensa. Lo que parece seguro es que, amén de que no podrá contar con los suspendidos Marcos Acuña y Lautaro Martínez (llegaron a las dos amarillas) pondrá lo mejor. Lo Celso o Di maría por el Huevo, y Dybala por Martínez, los candidatos.
Y es que todo el mundo quiere jugar, más allá de que el bronce seduce poco y nada. Pero hacerlo ante Chile, justo el que le privó de los festejos en los penales de las Copa América 2015 y 2016, es un plus, como la necesidad de reafirmar la buena imagen dejada ante Brasil. A diferencia de lo que expresó Arturo Vidal, la figura de Chile, de que el tercer puesto “no sirve para nada”, en el alojamiento argentino creen que sí e irán con todo para lograrlo.
La otra batalla de la selección ya se perdió el martes, en la cancha y en gran parte por las decisiones de Roddy Zambrano, juntamente con los integrantes del VAR, dos uruguayos y un venezolano, además de los responsables en la dirección de las cámaras de la transmisión (brasileños ellos), que evitó en todo momento la reiteración de la acción Dani Alves-Agüero. La AFA espera una respuesta, la escucha de los audios entre el juez y los del VAR, las imágenes. La del pisotón de Agüero sólo sumó más confusión y su recorte no hace más que pensar que fue penal, sin dudas, de que debió ser doble amarilla y expulsión del lateral local, y debió anularse el segundo gol de Brasil. Casi como si hubiera que jugarlo de nuevo el partido, algo que no pasará, como si pasó en la final de la Champios africana porque el VAR directamente no anduvo en la final de vuelta y uno de los equipos se retiró del campo porque se sintió muy perjudicado.
La “venganza” argentina sólo puede llegar a través de un único argentino, el técnico de Perú, Ricardo Gareca, quien ayer dejó claro cuál es su ambición: “Si llegás a una final, hay que ganarla”. En el medio, los jugadores brasileños se sienten confiados, ahora que dejaron atrás a Argentina, de poder ganar la Copa América en su país y tuvieron gestos afectuosos hacia el mejor del mundo, Messi por supuesto. Mientras ayer se conoció un video del abrazo sentido de Neymar en el vestuario pos partido, el mismo Dani Alves publicó en su cuenta de Instagram un mensaje muy afectuoso hacia el capitán albiceleste. En un largo párrafo, dijo que “nunca dejará de existir el afecto, la gratitud, el respeto, la admiración y la conexión con quienes te ayudaron a traer comida a casa, a mi casa… nunca dejará de existir con aquellos que te ayudaron a poner tu nombre en la historia del fútbol”. Y agregó: “Siempre es un honor tenerte cerca de mí, hermano. Aunque estemos separados por una camiseta, estamos conectados por nuestra esencia. Mi respeto”.
Entre el VAR, la decisión de una buena despedida, la admiración brasileña, la continuidad de Lionel Scaloni (en realidad, siempre tuvo contrato hasta diciembre y se le respetará), Argentina desanda los últimos momentos en una Copa América que será inolvidable. Por no alcanzar el objetivo de nuevo, sí, pero sobre todo por la dignidad puesta en el intento y por los que minaron ese camino. Un buen cierre ante Chile sería valorado para tener el año próximo una pronta redención.