Empresarios de espectáculos piden medidas para atender la crisis del sector

Según el empresario como consecuencia del coronavirus se «podrían perder el 80 por ciento de los puestos de trabajo del sector», arriesgó Sempé durante una entrevista con Télam.

Eduardo Sempé, titular de la productora Rock y Reggae y vocero de la Cámara de Discotecas y Entretenimiento de la Ciudad de Buenos Aires (CEDEBA) y de Industria del Entretenimiento de Argentina (IDEAr), pidió a los Estados Nacional, provincial y municipales, una serie de medidas para atender la crisis del sector.

En un reciente comunicado conjunto IDEAr y la Federación de Entidades de Discotecas de la República Argentina (FEDRA) explicaron que «los problemas del sector ya se acumulan: el pago de alquileres, impuestos, salarios y otros gastos se vuelven insostenibles en un contexto de inactividad y sin saber cuándo se podrá retomar ni cómo».

«El sector emplea –detallaron- en sus distintos segmentos, en forma directa y en relación de dependencia a casi 100.000 personas. Pero en total, unas 500.000 familias dependen de esta industria: trabajadores cuyas profesiones se encuentran tercerizadas: artistas, sonidistas, iluminadores, diseñadores gráficos, personal de seguridad y de limpieza, relaciones públicas, médicos y bomberos, entre otros”. De acuerdo a la evaluación de estas cámaras ligadas a la música y el entretenimiento “todos esos empleos hoy se encuentran muy comprometidos. Y si les sumamos las industrias asociadas como el turismo, el número asciende a cerca de un millón de familias afectadas», advirtieron.

 Hay distintas teorías. Nosotros estamos trabajando en el protocolo sanitario para darle una seguridad a la gente y que confíe en la asistencia al espectáculo, aunque es difícil que garanticemos que el estándar sea tan alto como para garantizar que nadie se contagie. Uno de los problemas que tenemos es que contagia aun cuando el infectado es asintomático. En algunas regiones sin infectados se está pidiendo que empiece a funcionar y otros que dicen que hay que empezar a probar con espacios más chicos o con conciertos mixtos, con una parte por streaming y un público más chico. Hay que buscar las alternativas para retornar la actividad porque hay muchas fuentes de trabajo que están en situación crítica. Obvio que en esta etapa de la cuarentena sería irresponsable volver, nadie pretende volver ahora, pero sí pretendemos que se contemple que la actividad nuestra no va a volver a funcionar como funcionaba antes y ya antes funcionaba mal, venía cayendo.

Creo que va a haber cierta aceptación de los hábitos de consumo. Yo creo que hay gente que va a dejar de ir, que va a ir menos, que va a ir a lugares que donde se sienta cómo quizás al aire libre. Yo tengo la sensación de que va a haber una caída grande del consumo, por lo menos en el primer tiempo ya que es probable que la gente dude entrar a una discoteca con 2.000 personas bailando. Si hubiese una vacuna ese paradigma cambiaría, pero creo que cuando la gente vaya sintiéndose segura y confiada de asistir a ese lugar y que no va a tener que pagar las consecuencias con la vida va a ir de vuelta, pero va a llevar un tiempo. Yo creo que el camino que van a elegir va a ser volver con eventos más chicos hacia más grandes. Que los eventos masivos van a tardar en volver pero los bares y los pubs van a volver antes que las discotecas.

 Del Estado que contemple que nuestra actividad va a ser difícil volver y que las consecuencias de este parate va a trascender el alta de la actividad. Si tenés una discoteca con 50 empleados y están ayudando con el 50% del salario, pero cuando vuelven a abrir cortan esos auxilios lo más probable es que terminen cerrando y se pierda esa fuente de trabajo. Otra medida podría ser no hacer pagar los anticipos de ganancia 2020 y de parte de los Estados locales alguna exención impositiva de ingresos brutos o interrumpir los vencimientos de los planes de facilidades de pagos o las moratorias que se hayan acogido las empresas afectadas por la pandemia.

 Ahí hay varias aristas, la primera reacción de los artistas fue hacer eventos hogareños e incluso algunos monetizando. Claramente es un servicio que está dando un artista con calidad hogareña y transmisión del celular, pero a su vez eso no trasciende a todo el resto de la cadena de valor, porque si el cantante en su casa cobra unos pesos no le llega a toda la actividad: al plomo, al asistente o al sonidista. Una de las cosas que se está trabajando es presentar al gobierno un protocolo para que nos autoricen a que los artistas y equipo técnico puedan ir a un lugar ya sea a grabar, ensayar o hacer un streaming en alguna sala. Ahí sería un poco más dinamizador de la economía, ya que ahí afectás al técnico, al plomo, al fletero y ya genera un reparto para una parte de la industria.

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