El MIT se desligo.
Nuevo giro en el debate en torno a un informe del MIT sobre las elecciones bolivianas de octubre pasado. El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) le envió una carta a la embajada de Bolivia en EEUU para aclarar que no realizó el estudio, que señalaba que en las pasadas elecciones presidenciales en ese país no hubo fraude y que el ganador fue el entonces presidente Evo Morales.
El MIT envió la carta a los encargados de negocios de Bolivia en Estados Unidos y en la OEA, Oscar Serrate e Ignacio Jáuregui, respectivamente. Allí explica que si bien el informe fue elaborado por «dos investigadores asociados al Laboratorio de Ciencia y Datos Electorales del MIT», lo hicieron como «contratistas independientes» para el instituto CEPR. Este es conocido por su postura contraria a los Estados Unidos en general y favorable al régimen chavista y sus aliados regionales.
El informe del CEPR, firmado por los investigadores Jack Williams y John Curiel, cobró actualidad la semana pasada, aunque ya se conocía, dado que se publicó el pasado 28 de febrero en el blog Monkey Cage del diario The Washington Post. Los citados investigadores, «llevaron a cabo el proyecto que describieron en su artículo como contratistas independientes del CEPR», destaca ahora el MIT. «Desde la publicación del artículo, los miembros de nuestro equipo de comunicación han trabajado para corregir el error de que este estudio fue llevado a cabo como parte del trabajo de los dos investigadores para el MIT», ha indicado la comunicación del famoso Instituto Tecnológico de Massachusetts en la misiva, que firma Richard Lester, «provost», o sea, rector, del MIT para Actividades Internacionales.
El MIT aclaró que, «con la libertad académica como principio rector, los investigadores son libres de publicar y expresar sus opiniones, pero al hacerlo hablan por ellos mismos, sin reflejar las opiniones de los laboratorios, departamentos, centros o institutos a los que están afiliados». Esto ya estaba puntualizado en el trabajo original, cuyo PDF puede consultarse online. En una llamada al pie se señalaba precisamente este punto, pero los promotores del CEPR y de la izquierda regional lo pasaron por alto. «El MIT probó que Evo Morales ganó las elecciones sin fraude», titularon eufóricos medios de este sector hace apenas unos días.
El gobierno de Jeanine Añez, que difundió la carta del MIT, reiteró «su descalificación» del informe del CEPR. El Ejecutivo boliviano «rechaza vehementemente estos intentos de desinformación tendenciosa e improvisada». El que no dudó en defender el texto de Williams y Curiel para el CEPR la semana pasada fue el presidente argentino, Alberto Fernández, que tuiteó: «Según un informe publicado por el @washingtonpost y realizado por el MIT Evo Morales ganó los comicios del año pasado por más de 10 puntos de diferencia, sin que mediara fraude alguno», aventuró.Los dos investigadores del CEPR se limitaron a cargar datos de las elecciones en un modelo computacional y determinaron que la diferencia a favor de Morales, de 7,84 por ciento la noche del domingo electoral, tenía altas probabilidades de haber superado el umbral del 10 por ciento al día siguiente. La noche electoral el escrutinio oficial se detuvo bruscamente y se retomó 23 horas después, dando con una ventaja superior al 10 por ciento a Morales y por tanto ganador en primera vuelta. La reacción popular que produjo esta manipulación llevó a Morales a renunciar el 10 de noviembre, el mismo día en que un informe de la OEA ratificaba las manipulaciones electorales del gobierno de Morales.