Cristina Kirchner: «Sería muy ingenuo pensar que los tres acusados planearon esto»

Tal como lo había hecho en redes sociales en la previa, la expresidenta Cristina Kirchner cuestionó que la Justicia no haya profundizado la investigación sobre los autores intelectuales del intento de magnicidio el 1° de septiembre de 2002 durante su declaración ante el Tribunal Oral Federal N°6 que lleva adelante el juicio oral. «Sería muy ingenuo pensar que los tres acusados planearon esto», lanzó Cristina sobre Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, integrantes de la denominada banda de Los Copitos.

En el inicio de su declaración, minutos después de las 9:30, la exmandataria comenzó recordando los días previos al ataque. «Había grupos que venían a mi casa y me insultaban. La agresiones fueron peor después de la pandemia». También se refirió al día en el que el Congreso trató el acuerdo con el FMI que desde la calle tiraron piedras contra su despacho: «Marcaron mi despacho para atacarme», sostuvo.

Cristina mencionó el alegato del fiscal Diego Luciani en agosto de 2022, en la denominada causa Vialidad, entre los elementos que hicieron subir la temperatura por los días del atentado. «Se transmitió en pantalla partida, él hablaba y se mostraba la puerta de mi casa, lo que motivó que fuera gente, cuidada por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Esto motivó también que las personas que son militantes, simpatizantes, se convocaran y con multitudes que día a día crecían», describió.

«Un día me levanté, sentía ruidos, creo que era un sábado, sentía como que arrastraban cosas. Me levanto y estaba cercada por la Policía de la Ciudad con vallas, un acto de violencia que sucedió. Ese era el clima que se vivía antes del atentado, que finalmente concluyó con el tiro fallido, que no salió«, relató.

Cristina Kirchner declaró en el juicio por el atentado en su contra: «Como presidenta sufrí violencia simbólica y no tan simbólica»

La expresidenta hizo referencia a los ataques machistas en su contra durante el ejercicio de sus mandatos. «Cuando era presidenta sufrí violencia simbólica y no tan simbólica. Cuestiones que tenían que ver con mi condición de mujer, porque obviamente nadie puede sentirse mal de que lo critiquen porque hace política, son las reglas del juego y además hace a la democracia que a un gobernante alguien pueda criticarlo», remarcó.

Luego, mostró varias portadas de revistas. «Pero tapas como esta, por ejemplo, ‘El goce de Cristina’, poco tiene que ver con mi condición de política sino fundamentalmente de mujer. ‘Vía Crisis’, acá crucificada. Y también ‘El negocio de pegarle a Cristina’, hasta con un ojo negro, miren qué contexto actual«, repasó.

«La construcción del machismo y la misoginia en Argentina no es una cuestión menor, se los puedo asegurar. A ningún hombre presidente lo caricaturizaron de esta manera, nunca. Nunca escuché a un presidente ser tratado de machista y misógino, y lo han sido. Fue una violencia simbólica y no tan simbólica. Cuando ven a una presidenta con un ojo negro, a cuántos les gustaría pegarle. Recibí mucha violencia, siempre«, enfatizó.

A continuación, explicó cuál es la fuente de esa violencia. «Mujeres que hacen política hay muchas. Ahora, mujeres que toman la decisión de recuperar YPF, de recuperar la administración de los recursos de los trabajadores, de crear una política para disminuir la pobreza y disminuirla… el Banco Mundial en 2012 dijo que en la última década duplicamos la clase media. Claro. Desendeudamos al país. Hay una innumerable cantidad de políticas que tienen que ver con esa crispación que produce muchas veces a los poderes concentrados de la economía«, apuntó.

La pista Milman: «¿Cómo puede firmar un diputado de la Nación ‘sin Cristina hay peronismo y sin peronismo hay Argentina’?»

Consultada sobre la presunta participación del diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman en la planificación del atentado, Cristina recordó que «casi como un Nostradamus contemporáneo, presenta un proyecto el 15 o 17 de agosto, pidiendo o criticando la custodia. Dice en una parte: ‘No sea cosa que alguien intente matarla y después quieran presentarla como una víctima’ y termina con una fraseología que dice algo así como ‘sin Cristina hay peronismo y sin peronismo hay Argentina’. Creo que así terminaba el proyecto».

«Después nos enteramos con lo que había pasado con esta persona que en el bar Casablanca, en forma totalmente accidental y comprobada, lo escucha decir ‘cuando la maten voy a estar en la costa’«, añadió.

«Las secretarias de ese diputado, que después fueron a testificar, sus celulares les fueron borrados por el actual director de tecnología del Ministerio de Seguridad en lo que fue en ese momento el estudio de la entonces ministra Patricia Bullrich. Ese perito, que una de las secretarias dice que le borraron los celulares, es actualmente director de Tecnología Informativa, creo, en el Ministerio de Seguridad. Todo hace juego con todo«, subrayó la exmandataria.

«Conozco a Milman de mentas, como conozco a muchos dirigentes de los distintos partidos políticos. Su jefe de Gabinete hizo un viaje al Perú con el dirigente de ultraderecha Hernán Carrol. Si se juntan con los que dicen que hay que exterminarnos, que somos la peor lacra de este mundo y demás, va de suyo«, explicó.

Cristina retomó la cuestión de la violencia política y recordó que «cuando pasó lo del atentado, al otro día me llamó el papa Francisco y me dijo una cosa muy clara: toda violencia física siempre es precedida de violencia verbal; la estigmatización, el insulto, el agravio, el querer exterminar al otro, no ganarle las elecciones sino que desaparezca«.

«¿Cómo puede firmar un diputado de la Nación ‘sin Cristina hay peronismo y sin peronismo hay Argentina’? No hay que ser psicólogo para darse cuenta de lo que está significando. Es la eliminación del adversario. Es una cosa que siempre ha sufrido el campo nacional y popular. No solamente quieren ganarle las elecciones, lo quieren exterminar», denunció.

«El Poder Judicial actuó en articulación con los medios hegemónicos de comunicación»

Cristina describió los entramados de poder detrás de la violencia política. «El Poder Judicial actuó en articulación con los medios hegemónicos de comunicación. El Partido Judicial solito no hace nada. Es más, en los medios de comunicación se realiza el juicio, los periodistas son los que dicen que tienen las pruebas, y después esto es convalidado en forma totalmente disparatada e inexistente en el Partido Judicial. Así funciona esa articulación. Es una metodología que se ha dado tanto en el siglo XX con el Partido Militar», desarrolló.

«Hoy sería imposible hacer un golpe militar a la vieja usanza. Se cambió la metodología. Ya no es necesario, en épocas de odio, de redes, de absoluta hegemonía de la comunicación, desaparecer ni matar físicamente a nadie. Aunque bueno, en algún caso parece que sí, como han intentado matarme de mil veces y no lo han logrado, intentaron de una forma más efectiva. Pero es cierto que hay una articulación con los medios hegemónicos de comunicación, que son la otra gran pata. Medios de comunicación y Poder Judicial, y arriba está el poder económico concentrado«, amplió.

La exmandataria sostuvo que «si uno mira quiénes son los beneficiarios del RIGI, son los mismos: lo que se llevaron de capital fijo en los 90, se lo van a llevar de recursos no renovables ahora». «Todo eso requiere un andamiaje donde los que nos oponemos a esa entrega nos eliminen. De la manera que dé lugar. Con un tiro, con una sentencia. No quiero recordar aquel famoso título de Clarín, ejemplo de lo que estoy diciendo: ‘El tiro no salió, pero la sentencia sí va a salir’. Es increíble la transparencia con la cual expresan lo que hacen«, remarcó.

«Por supuesto, hay una sociedad que tiene demasiados problemas, adormecida, la pandemia tuvo que ver bastante en alterar psiquis y mentes, no fue poca cosa. Todo esto ha dado un cóctel explosivo, que se ve en los discursos de odio. Cuando uno escucha hablar a dirigentes que han sido votados para representar a la Argentina diciendo las cosas que dicen en medios, evidentemente algo no funciona«, afirmó.

«No soy feminista, pero tampoco soy estúpida»

«Cuando una mujer ejerce el poder y no lo hace en la orientación que quieren los sectores de poder en Argentina, genera mucha más resistencia y violencia que los hombres. No se bancan que una mujer pueda tener razón o que no la puedan rebatir en los argumentos. A menos que seas una mujer que hace lo que ellos quieren, una mascota del poder, como alguna vez lo definí. Como mascota del poder no sirvo, no serví ni serviré nunca, y eso les molesta. Si un hombre se opusiera a eso, no les molestaría tanto como una mujer. Es así, no tengo la menor duda de que es así. No soy feminista, pero tampoco soy estúpida», sostuvo Cristina.

Consultada sobre si había sentido miedo de sufrir un atentado, aseguró que no. «Soy una militante desde muy joven, atravesé como millones de argentinos lo que fue la dictadura militar, y realmente creía que el pacto democrático del 83 era eso, un pacto donde la vida del otro estaba fuera de toda discusión».

«El pacto democrático, nunca explicitado ni firmado en ninguna parte pero que subyace en todos los partidos políticos, en todos los acuerdos, en todas las discusiones, era que con la vida no. Se ganan o se pierden elecciones pero la vida del adversario no es algo que pueda ser juicio, por lo que nunca se me ocurrió que en la Argentina democrática pudiera haber un atentado. Bastante ingenuidad la mía, porque debí haber advertido los cambios de época«, concedió.

La exmandataria repasó que «hubo cambios también de época fundamentalmente a partir de la irrupción de los discursos de odio, de la conspiración, que se dan en todo el mundo, del impacto de las redes. Un cúmulo de factores que aparecen con posterioridad al surgimiento de la democracia y que son una característica fundamentalmente del siglo XXI. En ese sentido creo que sigo siendo una militante de la modernidad y no de la posmodernidad».

«Me faltó tal vez decodificar lo que se está viviendo: discursos de odio que se exacerban porque son personas muy grises que solamente existen a partir de los posteos en las redes, de que los repliquen, cuántos likes tienen. Pero si les sacan el celular y les cierran la red no existen, y nadie se va a acordar de ellos, son seres absolutamente intrascendentes. Y cuanto más intrascendentes son, más violentos se ponen, porque a partir de la violencia creen que pueden ser protagonistas. Esto debí haberlo visto», lamentó.

Sobre el final, reveló que tras el atentado, su nieta, «Elenita, tenía miedo de salir de su cuarto». «Había que acompañarla hasta la cocina, la sala de juegos o al living, obviamente, porque tenía miedo. Le dimos tratamiento con un psicólogo de niños, porque tenía miedo a que la mataran. Una familia que sufre eso, tiene consecuencia», contó.

Además, cruzó a la actual ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, por no pronunciarse en contra del intento de asesinato en su contra. «Conociéndola, como la conozco desde que era muy joven, no me sorprende nada de ella», sostuvo.

«Este es un juicio es contra de los autores materiales, y no a los autores intelectuales y financiadores del hecho. Más que un reclamo mío, tiene que ser una deuda que tienen que saldar con la democracia», expresó Cristina como palabras finales.

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