Crisis: el gabinete económico analizó medidas para evitar el contagio
El gabinete económico analizó ayer el impacto local de la crisis global por el efecto del coronavirus. En ese sentido, el ministro de Economía, Martín Guzmán, advirtió que está dispuesto a inyectar liquidez si la recesión se profundiza y analizó la oportunidad de avanzar más rápidamente en la renegociación de la deuda, en el marco de la nueva coyuntura.
El Jefe de gabinete, Santiago Cafiero, encabezó el encuentro, del que participaron también los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Trabajo, Claudio Moroni, de Producción, Matías Kulfas, la titular de la Afip, Mercedes Marcó del Pont, el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, la vicejefe de gabinete, Cecilia Todesca y Arnaldo Bocco del Banco Nación.
Guzmán informó sobre las conversaciones que mantuvo vía Skype con sus pares de otros países para analizar la situación y los efectos económicos que está generando el COVID-19 a nivel global.
«En dichas conversaciones se discutieron las alternativas dirigidas a la política monetaria, y a la política fiscal; destacando la importancia de inyectar plata dentro de la economía», explicó uno de los participantes del encuentro.
De acuerdo, a los comentarios que habría compartido Guzmán en la reunión de gabinete económico, estimó que la FED podría volver a bajar la tasa. En este sentido, Argentina podría contar con la ventaja de que los acreedores estén más predispuestos a acordar una restructuración de sus acreencias a tasas de interés más bajas.
El gobierno argentino también evaluaría inyectar dinero, aunque teniendo en cuenta el límite que impone la inflación.
Precisamente, los funcionarios del gabinete económico también se hicieron tiempo para analizar la marcha de los precios. «Se observa una trayectoria descendente en alimentos, una de las mayores preocupaciones del presidente Alberto Fernández», dijo una fuente que participó del encuentro.
Si bien la inflación comenzó a desacelerarse en enero último, cuando el Indice de Precios al Consumidor que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio 2,3 por ciento, el más bajo desde julio del año pasado, en el gobierno consideran que los valores de los alimentos deberían frenar su alza todavía más. El organismo difundirá hoy la inflación oficial de febrero, que rondaría el 2 por ciento.
La Subsecretaría de Políticas para el Mercado Interno, que conduce Matías Ginsberg, comenzó a realizar reuniones con las cadenas de valor de los alimentos para analizar las dispersiones y distorsiones de precios, «principalmente en azúcar, harina y carnes», informaron las fuentes.
En el último relevamiento de enero pasado, el precio de la carne registró una nueva suba de 7,4 por ciento mensual contra una tasa de inflación que se ubicó apenas en el 2,3 por ciento.
Desde la Secretaría de Comercio Interior precisaron que el área que encabeza Paula Español continúa monitoreando los precios del programa Precios Cuidados donde tienen «un elevado cumplimiento de los mismos». También se registró un aumento de las ventas de los artículos incluídos en el plan.
«Vemos que la inflación se está desacelerando y también los precios de los alimentos, pero consideramos que en el caso de los alimentos debería ser mayor la desaceleración de la que se está viendo», agregó la fuente que estuvo en la reunión.