Cesantearon a un municipal coimero
Después de una exhaustiva investigación interna la Municipalidad de Rosario resolvió cesantear a un agente tras confirmar la denuncia de ciudadanos acerca de un pedido de soborno a un comerciante. La investigación se valió del GPS incorporado a los móviles de control y de cámaras públicas y privadas. El agente pedía 50 mil pesos de coima para no labrar una multa de 100 mil pesos a un comerciante.
“Aducía que tenía órdenes de clausurar a dos locales porque no tenían documentación. Concurría a horarios nocturnos y extraños. Los hechos ocurrieron hacia fines del año pasado y sus visitas quedaron registradas. Iba mostrando el talonario de actas y las fajas de clausura. En principio no había razones aparentes para un procedimiento así y ni siquiera para multarlos”.
La investigación interna por parte del municipio incluyó el cruzamiento de datos recogidos a partir del sistema de GPS que tienen los móviles, hojas de servicio, distintas entrevistas y cámaras públicas y privadas que lograron establecer la presencia del agente en los lugares denunciantes y el movimiento de dinero, a pesar que en una primera oportunidad intentó negar su ubicación en los mismos.
El Secretario de Gobierno del municipio, Sebastián Chale, expresó al respectó: “en el día de hoy como corolario de una investigación administrativa rubricamos un decreto para cesantear a un agente municipal que había pedido coima. Es una medida que busca ser ejemplar en cuanto a la conducta que deben tener los agentes municipales y una buena oportunidad para demostrar que las denuncias ciudadanas sirven y que se respeta también el anonimato de las víctimas”.
El caso tiene un punto de partida cuando comerciantes se presentan voluntariamente en el Palacio de los Leones para denunciar a un empleado municipal que había pedido soborno a sus locales en ocasión de una presunta inspección. Estas personas desconocían la repartición para la que el dependiente trabajaba y tampoco sabían su nombre.
Allí comenzó una profunda investigación interna que incluyó el cruzamiento de datos recogidos por el sistema de GPS en los móviles municipales (una incorporación realizada en los últimos meses con una doble función de contralor y de cuidado de los agentes), hojas de trabajo diario generadas por los superiores y cámaras públicas y privadas que terminaron constatando lo anteriormente denunciado y dejando en evidencia no sólo las ubicaciones del agente sino también el movimiento de dinero.
Este ahora ex agente estaba abocado a otra función absolutamente distinta, ya que su repartición no realiza inspecciones en comercios. Además de que debía estar en otros sectores de la ciudad de acuerdo a las órdenes expresas de su superior, que quedaron de manifiesto en las hojas diarias de funcionamiento interno. En una primera entrevista esta persona negó haber estado en estos comercios, algo que terminó reconociendo en una segunda citación del caso.
El Intendente Pablo Javkin y sus miembros de gabinete resolvieron la cesación del agente al concluir que se había valido de su uniforme para pedir un soborno y ya firmaron el decreto que lo destituye de sus funciones y lo desvincula de la Municipalidad. El decreto se puso en vigencia este lunes.