En 80 minutos, Alberto F ratificó el contrato electoral del Frente de Todos

Todo discurso político leído, y no simplemente dicho, pierde brillo y atracción. Por eso, la palabra presidencial en las aperturas de sesiones ordinarias anuales del Congreso (donde la norma es la lectura) necesita anuncios, sorpresa, emocionar a una parte de la audiencia, a la vez que incomodar a la otra. Ayer, Alberto Fernández, quien no es dueño de una oralidad distinguida, desafió la monotonía y consiguió mantener el interés de la audiencia.

   En 80 minutos lo aplaudieron unas 45 veces, en especial su bancada y los más de un centenar de invitados que colmaron los balcones del recinto. El momento de celebración más alto, dentro y fuera del palacio (el público que colmó la plaza lindante), fue con el anuncio del envío del proyecto de legalización del aborto “en los próximos diez días”. Hubo aplausos de pie, sostenidos, mujeres con sus ojos brillosos de la emoción. Años de movilizaciones por conseguir ese derecho han sensibilizado a centenares de miles de militantes del pañuelo verde. El año del aborto ha llegado.

   Como adelantó La Capital en su edición de ayer, Fernández se cargó el proyecto al hombro. A diferencia del gobierno anterior, que lo habilitó y luego tomó distancia y, finalmente presionado por las iglesias, lo boicoteó en el Senado nacional.

   Los aplausos se activaron por distintos motivos: por el ascenso post mórtem de los 44 submarinistas del ARA San Juan y por el anuncio de la firma de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que modifique la ley de Inteligencia, impidiendo a los organismos del área realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la Justicia. Y, entre otros, cuando anunció la creación de una nueva sala y una Secretaría del Narcotráfico en la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario. Que se complementa con la creación de un juzgado federal, una fiscalía y una defensoría general en la ciudad de San Lorenzo.

   Fundar semejante estructura de la Justicia federal en pleno de corazón portuario norte de Rosario llenó de satisfacción a los diputados nacionales del Frente de Todos (FdT) de Santa Fe. “Es la primera vez que un gobierno nacional nos cumple un pedido que veníamos haciendo con decisión y celeridad”, celebró Germán Martínez.

   El gobernador de Santa Fe también saludó el anuncio del primer mandatario, pero no tuvo el mismo gesto de satisfacción cuando el presidente mencionó como un logro de su gestión (y de los gobernadores) que “en casi todas las provincias mañana (por hoy) comienzan las clases”. A propósito, un diputado nacional por Santa Fe deslizó: “Tal vez Perotti debió ofrecer un porcentaje entero desde ahora, como hizo Axel Kicillof en Buenos Aires, y no fraccionar en distintos tramos”.

   En los ceñidos pasillos del Congreso, pequeños para los días de grandes concurrencias, la rosarina María Eugenia Bielsa, ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat nacional, evaluó: “Ya estamos trabajando y no todo depende del arreglo de la macroeconomía ni de la deuda. Tenemos 11 mil créditos Procrear para ejecutar que el gobierno anterior paralizó”.

   Bielsa entiende que la política de vivienda tiene un recorrido por hacer incluso antes de que, como todos esperan, las tasas de interés bancarias bajen radicalmente y retorne la financiación para compra de vivienda a largo plazo, accesible a los salarios medios.

Otras voces

Del lado de la oposición, el diputado de Juntos por el Cambio (JxC) y ex titular de la comisión de Presupuesto, el rosarino Luciano Laspina, comentó sobre el discurso presidencial. “Se habló mucho de la inflación, pero no se mencionó ninguna medida concreta para solucionarla. Salvo los congelamientos, que serán transitorios”, indicó.

   Respecto del proyecto de ley sobre la legalización del aborto, Laspina comentó acerca de los pasos a seguir: “Lo estudiaremos. Mi criterio, en principio, es que debería hacerse una consulta popular para resolver el tema”.

   En un tramo de su discurso, Fernández mencionó a Raúl Alfonsín y, sobre el final, al otro líder del siglo XX, fundador de su movimiento político: “El futuro está en nuestras manos, y es con todos. Como dijo Juan Domingo Perón, para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”.

Un discurso bajo la atenta mirada de Cristina

La vicepresidenta Cristina Kirchner siguió ayer expectante el discurso de Alberto Fernández y exhibió gestos de asentimiento en los pasajes en los que el jefe del Estado aludió a la herencia macrista.

   Con una vestimenta en tonos rojos y azules, y sentada en el estrado a la izquierda del presidente, Cristina escuchó el mensaje con gesto serio y atenta a los anuncios del mandatario.

   Si bien no se sumó a los aplausos provenientes del recinto y de los palcos, exhibió gestos de aprobación y endureció su rostro en las alusiones a la situación en las que el gobierno encontró al país tras la salida del poder de Juntos por el Cambio (JxC).

   Con ocho discursos pronunciados ante la Asamblea Legislativa (dos mandatos como presidenta), CFK escuchó desde el estrado, en su condición de vice y titular del Senado, las palabras de Fernández.

   Un rato antes, a las 11.15, de buen humor, Cristina había dado por abierta la Asamblea Legislativa.

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