Bárbara Flores: «Me da impotencia porque veo tanta necesidad en Tucumán y el país»

La joven, que en 2001 conmovió al país al contar en televisión que tenía hambre, hoy tiene 30 años, es madre soltera de dos hijas y se quedó sin trabajo en diciembre.

Tras la crisis política, económica y social que Argentina atravesó en diciembre de 2001, la ciudadanía vivió meses complejos. En abril de 2002, una nena tucumana de ocho años, llamada Bárbara Florescontó ante una cámara de televisión -en el programa de Jorge Lanata- que no había comido la noche anterior y rompió en llanto. La situación conmovió al país, marcaba el difícil momento que atravesaba una parte de la población.

A más de dos décadas, aquella niña hoy es una mujer de 30 años, es madre soltera de dos hijos (Tiziano, de 9 años, y Francesca, de 8) y se quedó sin trabajo en diciembre, ya que cortaron su contrato como empleada de maestranza del Gobierno provincial. En diálogo con el móvil de C5N en Tucumán, mostró su indignación por la situación actual y los alimentos que no fueron distribuidos por el Ministerio de Capital Humano.

«Me enteré por los medios, no tenía conocimiento de la existencia de ese galpón. Nunca recibimos ayuda de ese tipo. Al ver eso me da impotencia, porque veo tanta necesidad en Tucumán y en el país, y que se esté pudriendo la comida ahí es bastante feo para nosotros», detalló, en diálogo con La voz de la calle, acerca de los alimentos que se encuentran acopiados y próximos a vencer en los depósitos de Villa Martelli (Buenos Aires) y Tafí del Valle (Tucumán).

Nunca tuvieron la necesidad de ir a buscar por sus propios medios, nunca pasaron hambre como nos pasó a mucho

Ante la situación, Bárbara fue inevitable trasladarse a su dura infancia, en la que sufrió hambre junto a sus seis hermanos: «No se aprendió nada. Sigue todo igual y hasta peor. Está todo tan caro que no se puede comprar ni para cocinar. ¡Vamos en decadencia! Yo quería un futuro mejor para mis hijos, pero como estamos no tengo futuro. Me siento triste al ver que siga la misma situación que en 2001«.

¿Por qué necesidad esconden la comida cuando hay tanta necesidad?

«La comida es para el día y, si llega, es para la noche»

«Vivo sola con mis dos hijos. Trabajé ocho años para el Gobierno, pero en diciembre me dejaron sin trabajo. Tenía la esperanza de que en enero iba a volver, pero pasaron seis meses y no recibí respuestas. Entonces, opté por hacer changuitas, ya que soy mamá soltera. Estoy vendiendo ropa y hago ferias virtuales. Mis papás me siguen ayudando», describió Flores acerca de su falta de empleo.

Al ser consultada sobre las necesidades que padece diariamente, se enfocó en la alimentación para ella y sus dos hijos: «Vivo con lo justo. La comida es para el día y si llega es para la noche, sino una taza de te, una fruta y a la cama. Y al otro día vemos qué cocinamos».

Yo lo que quiero es un trabajo digno y estable. No quiero estar rogando por azúcar o pan. No queremos lujo, queremos cubrir nuestras necesidades, saciar nuestro hambre

Por otra parte, expuso que junto a su madre, sus hermanas y cuñadas había llevado adelante un comedor comunitario, pero ante los inconvenientes económicos lo cerraron a los tres meses: «Yo quiero ayudar, quiero que ningún chico pase lo que yo pasé, que no se vayan a la cama con hambre como lo hice yo o mis hermanos. Es feo ver nenes en la calle y me siento imponente no poder ayudar».

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