«No hay plata»

El presidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, pronunció un discurso durísimo contra el Gobierno en el marco de la 48° edición de la Feria Internacional del Libro, en el que respaldó a »la Universidad Pública Gratuita e Inclusiva» y advirtió, con una cuota de ironía, que no será posible contar con la presencia del presidente Javier Milei ya que «no hay plata».

«Concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia. Como nunca este espacio plural, activo, será el eje central alrededor del cual girará el repudio de todas las fuerzas culturales a las políticas devastadoras que propone este Gobierno«, aseguró Vaccaro.

Además, explicó que la participación de Milei no puede ser afrontada, ya que implica «una serie de erogaciones extraordinarias que la Fundación del Libro no puede afrontar». Fue entonces que dedicó un mensaje al jefe de Estado que desató aplausos en el auditorio: »Señor Presidente, se lo digo con una mano en el corazón: no hay plata».

»Las medidas que se han tratado de implementar son ataques al corazón de la cultura por eso expresamos con todas nuestras fuerzas y decimos: no al cierre del Fondo Nacional de las Artes, no al cierre del Instituto Nacional del Teatro, no al desguace del Instituto Nacional de Cine INCAA, no a la derogación de la ley número 25542 de Defensa de la Actividad Librera, no a la negativa a comprar algo más de 14 millones de manuales escolares por parte del Ministerio de Capital Humano, que iban a ser entregados a las escuelas públicas, con el pueril y risueño si no fuera trágico, argumento: ‘porque no hay tiempo»’, completó Vaccaro.

LIliana Heker repudió el ajuste a la cultura

En otro pasaje de su intervención, Heker repudió la intención del Gobierno «de socavar o suprimir toda institución o medio de comunicación que favorezca o divulgue el conocimiento, el desarrollo científico, la creación artística y la formación universitaria».

En ese sentido, indicó que en una primera instancia se interpretó que esa decisión del Gobierno respondía a «una estrategia de distracción» para que pasaran a segundo plano medidas más graves como podría ser la venta de nuestras riquezas naturales y empresas estatales o la destrucción de la industria nacional y de las pymes en favor de los grandes monopolios.

«Una explicación tan ingenua solo podría estar provocada por la perplejidad inicial o tal vez fue una manera de eludir toda asociación con la frase tan temible que se le atribuye a Joseph Goebbels ‘cuando oigo la palabra cultura, saco la pistola0’” .

Luego reflexionó sobre las explicaciones de los propios funcionarios del Gobierno, que indicaron que el cierre de instituciones y medios culturales respondía a que se llevaban los recursos que debían estar destinados a los niños hambrientos, argumentó que consideró sospechoso por varios motivos. «Con solo explorar mínimamente el modo que se financian buena parte de estas instituciones se podría advertir que eliminarlas no va a siquiera atenuar el problema del hambre. En segundo lugar, de acuerdo a las políticas que se están llevando a cabo el hambre en sectores cada vez más amplios de nuestra sociedad no parecen ser una cuestión de interés para el gobierno», afirmó.

«El haber dejado de enviar recursos para los comedores comunitarios resulta una prueba bastante nítida aunque no es la única. Vi la interminable cola que se formó para acceder a una ración de alimentos al día siguiente de que se anunciara, de manera algo demencial, que cada necesitado debería solicitar por las suyas su ración al ministerio de Capital Humano. 20 cuadras tenía la cola y nunca se atendió a nadie. Semejante crueldad es difícil de ocurrir pero ocurrió. Cómo se puede no reaccionar ante una falta tan evidente del más mínimo respeto por un semejante y entendí dos cosas, para la funcionaria los que estaban haciendo esa cola no eran sus semejantes. resistirse a ver la realidad como es puede ser una salida cuando no se ve otra salida», señaló.

Así, la escritora aseguró que el verdadero objetivo del ataque a la cultura es reducir al máximo el número de «los que saben leer la realidad para apocar al adversario potencial».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *