Diputados convirtió en ley el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030
La iniciativa, que ya contaba con sanción del Senado, plantea diez desafíos nacionales, entre ellos erradicar la pobreza, reducir la desigualdad y la vulnerabilidad socio ambiental, a partir de distintas agendas que se trabajarán en conjunto con todas las jurisdicciones del país.
La Cámara de Diputados convirtió en ley la madrugada de este miércoles el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, elaborado por el Poder Ejecutivo, que plantea diez desafíos nacionales, entre ellos erradicar la pobreza, reducir la desigualdad y la vulnerabilidad socioambiental, a partir de distintas agendas que se trabajarán en conjunto con todas las jurisdicciones del país.
La iniciativa, que ya contaba con sanción del Senado, fue aprobada por 156 votos afirmativos y dos abstenciones correspondientes a Rubén Manzi, de la Coalición Cívica (CC), y Romina Del Plá, del Frente de Izquierda.
A través del programa se expresan «diez desafíos nacionales» con foco en temas estratégicos que requieren de conocimiento científico y tecnológico.
Los objetivos del plan son «erradicar la pobreza y reducir la desigualdad y vulnerabilidad socioambiental; impulsar la bioeconomía y la biotecnología para incrementar la producción sostenible y alcanzar la soberanía alimentaria».
Además, la iniciativa busca «contribuir al diseño de políticas para fortalecer la democracia y ampliar los derechos ciudadanos; construir una educación inclusiva y de calidad para el desarrollo nacional; promover la industria informática y de las tecnologías de la información para la innovación productiva y la transformación digital; potenciar la transición al desarrollo sostenible; y fomentar y consolidar un sendero para la transición energética».
También, el proyecto propone «lograr una salud accesible, equitativa y de calidad; desarrollar los sectores espacial, aeronáutico, de las telecomunicaciones y de la industria para la defensa; fortalecer la investigación marítima, la soberanía y el uso sostenible de los bienes del Mar Argentino».
El Plan 2030 presenta Agendas Territoriales Integradoras de Ciencia, Tecnología e Innovación (ATI-CTI) para cada una de las 24 jurisdicciones, que expresan las prioridades y estrategias de intervención.
La iniciativa pone el foco en agendas estratégicas, territoriales, transversales y de cambio institucional y proyecta una inversión del 0,85 % del PBI en 2025 (en 2020 fue del 0,52%) y del 1,70% en 2030.
«En la Argentina hace décadas que hablamos de economía, y de una vez por todas debemos entender -sino seremos más pobres, más desiguales- que la cuestión económica en el siglo XXI es la innovación, la ciencia y la tecnología. Es el conocimiento», sostuvo el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Facundo Manes, que actuó como miembro informante.
En ese sentido, Manes sostuvo que «la política científica, tecnológica e innovación debe ser una política de Estado; la ciencia argentina no es de ningún partido político, es de la sociedad argentina, y para eso tenemos que terminar con las mezquindades de cada uno de los sectores porque sino, los que ganan son los que vociferan discursos premodernos o fantasiosos, como cuando dicen sin ponerse colorados que el Estado debe abandonar la investigación y el desarrollo científico para la Argentina».
En tanto, el diputado Manzi, también de profesión médico, fundamentó su abstención al considerar que «este plan fue elaborado desde el oficialismo; no se convocó en su elaboración a otras fuerzas políticas. Esto le quita potencia como política de Estado», y cuestionó que el plan «no atiende el principal objetivo que es la estabilidad económica para que la ciencia se desarrolle».
«Este plan no evaluó a los planes anteriores; construimos un proyecto ambicioso, un palacio de marfil sin cimientos porque no tenemos un diagnóstico claro de lo preexistente», afirmó Manzi.
Por su parte, la diputada del Frente de Todos Mara Brawer destacó que «este debate se da en un contexto de revalorización de la política científica tecnológica de nuestro país, que empezó con la recuperación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que fue acompañada por este Congreso».
Para Brawer, «este plan tiene la virtud de haber sido desarrollado en un trabajo colectivo», al destacar «la participación de las 24 jurisdicciones», y remarcó que «es la primera vez en la historia que un plan de ciencia recorre el país para generar consenso y que llega al Poder Legislativo para que salga con apoyo de todos los bloques, porque entendemos que la ciencia necesita de planificación. No hay ciencia si no hay largo plazo».